Mito o realidad: ¿Qué tan favorable es tomar cerveza después del ejercicio?
La cerveza se debe tomar en cantidades moderadas y con contenido alcohólico entre 4 y 5 grados.
Según un estudio presentado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, tomar cerveza después de hacer ejercicio sí es saludable. Aunque se cree que por sus componentes estaría en contra de las calorías quemadas, y de la rutina de ejercicio, la cereza ayuda a la recuperación de metabolismo de los deportistas.
De acuerdo el estudio, realizado por el doctor Castillo-Garzón, beber esta bebida alcohólica luego de salir del gimnasio puede ser beneficiosa porque favorece una rápida y efectiva rehidratación, además ayudará a evitar dolores musculares.
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La cerveza favorece el mantenimiento de niveles más altos de glucosa plasmática y a reducir las respuestas hormonales de estrés y las perturbaciones en el sistema inmune por su contenido en carbohidratos como las maltodextrinas, minerales y vitaminas.
Aunque se recomienda que sea solo una cerveza, la investigación concluyó que el consumo moderado de cerveza, luego de un esfuerzo físico, ayudará a recuperar las pérdidas hídricas en la misma medida que el agua.
De hecho, existen más investigaciones que indican que las maltodextrinas (componente de la cerveza) "facilitan un vaciado gástrico ralentizado y una mayor absorción intestinal".
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Adicionalmente, dichas sustancias disminuyen la posibilidad de sufrir hipoglucemia por cuenta de la liberación de unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre y dan lugar a un pico de concentración de glucosa en plasma menos elevado y más extendido.
Por último, señala que esta se debe tomar en cantidades moderadas y con contenido alcohólico entre 4 y 5 grados, para que así, se convierta en un beneficio que favorecerá una rápida y efectiva rehidratación.