Arrancó en Francia "el confinamiento más estricto de Europa"
Francia anunció nueva ayuda de 45.000 millones euros para empresas y trabajadores.
Francia comenzó este martes el confinamiento de su población con "las medidas más estrictas" de Europa para evitar la propagación del coronavirus en el país, indicó el ministro del Interior, Christophe Castaner.
En la línea del discurso pronunciado anoche por el presidente, Emmanuel Macron, Castaner aseguró que "las actividades colectivas quedan prohibidas" y pidió a los franceses que se conviertan en "aliados de guerra" contra el COVID-19.
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"Las comidas de familia, las cenas entre amigos, los partidos de fútbol con amigos, los encuentros para jugar a las cartas, ya no solo están desaconsejados, ahora están prohibidos", afirmó Castaner tras el Consejo de Ministros.
Agregó que las medidas adoptadas por su Gobierno son "las más estrictas de Europa", al tiempo que recordó que se han cerrado las fronteras a todos los ciudadanos que procedan de fuera de Europa. Castaner señaló que el objetivo es "limitar al máximo los desplazamientos no necesarios".
En paralelo, el primer ministro, Édouard Philippe, abrió en el Ministerio del Interior la célula interministerial de crisis para pilotar el conjunto de las cuestiones dedicadas a la lucha contra el coronavirus.
En la misma se centralizarán todas las cuestiones relativas al confinamiento de la población y el control de las fronteras, mientras que las cuestiones sanitarias seguirán controlándose en el Ministerio de Sanidad.
Nueva ayuda para las empresas
El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, presentó este martes un paquete de ayuda de 45.000 millones de euros para las empresas y los trabajadores ante la crisis del coronavirus, que conducirá a una recesión este año.
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Le Maire, en una entrevista a la emisora RTL, indicó que su Gobierno va a modificar las previsiones de sus presupuestos, que ahora calcula que el producto interior bruto (PIB) caerá un 1 %, y eso "es una cifra provisional".
"El choque será violento", admitió después de poner en perspectiva la situación en Francia con la del conjunto de la zona euro, que "también estará en recesión", y de advertir de que "la guerra económica y financiera será duradera".
El ministro destacó que los 45.000 millones de euros de ayudas se suman a las garantías del Estado francés de 300.000 millones de euros para créditos a las empresas y al billón de euros en garantías europeas a los préstamos bancarios.
El objetivo es que la economía pueda "arrancar muy fuerte cuando la epidemia del coronavirus quede detrás".
Le Maire aprovechó para pedir a la población que no hagan acopio de productos en las tiendas "como si mañana tuviera que haber escasez. No la habrá salvo si todo el mundo se precipita para acumular reservas. También es inútil acumular reservas de dinero en efectivo".