Cohete impactó cerca del aeropuerto de Bagdad y mató a tres niños
Se confirmó que murieron cinco personas de una misma familia y dos menores más quedaron heridos cuando el cohete cayó en la vivienda.
Al menos cinco miembros de una misma familia, entre ellos tres niños, murieron este lunes al impactar un cohete de tipo Katyusha en su vivienda, ubicada cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, que ha sido blanco de ataques repetidos en los últimos meses.
En un comunicado, la Comandancia de Operaciones Conjuntas de Irak informó de la muerte de los cinco civiles de una misma familia por el impacto de un cohete en su vivienda, que quedó destrozada "por completo", mientras que otros dos menores resultaron heridos.
La Comandancia responsabilizó a "bandas criminales", sin especificar, y detalló que fue lanzado desde la zona de Al Yihad.
Ningún grupo ha reivindicado el ataque, como es habitual con este tipo de lanzamientos que la mayor parte de las veces no provocan víctimas.
Por su parte, el coronel de la Policía de Bagdad, Mohamed al Ubaidi, dijo a Efe que el cohete iba dirigido contra el aeropuerto internacional de Bagdad pero "no alcanzó su objetivo".
Según la fuente, en los últimos dos meses al menos 15 ataques con cohetes Katyusha han impactado en el aeropuerto de la capital iraquí, la fortificada Zona Verde, donde se concentran gran parte de los edificios gubernamentales y embajadas extranjeras, y bases militares.
El primer ministro y comandante de las Fuerzas Armadas, Mustafa al Kazemi, ordenó la detención de las fuerzas de seguridad que operan en la zona de Al Yihad "por no cumplir con sus deberes" e indicó que "se castigará a toda fuerza que se descuide y que permita tales brechas de seguridad", según un comunicado.
En los últimos meses, los ataques se han intensificado, en un momento en el que el Gobierno iraquí está llevando a cabo una campaña contra los grupos, milicias y tribus que poseen armas de forma ilegal, con el objetivo de que "poner todas las armas bajo el control del Estado", según el Ejecutivo.
Gran parte de los ataques van dirigidos contra lugares con presencia estadounidense, como su Embajada en Bagdad y bases militares, y Washington acusa a la milicia iraquí Kata'ib Hizbulá, financiada y apoyada por Irán, de perpetrar tales acciones, pero la agrupación armada lo desmiente categóricamente.