Descarado feminicida: asistió a funeral de su víctima con camiseta que decía: “Ni una más”
El hombre de 40 años se obsesionó con la joven y la hostigó por varias semanas hasta el día de su muerte.
Un nuevo caso de feminicidio se registró en México causando aún más conmoción por la actitud del criminal, quien fingió tristeza por la muerte de la joven de 20 años de edad.
El pasado 5 de febrero Marbella Valdez Villarreal desapareció en Tijuana, Baja California, su familia interpuso la denuncia al otro día y pese a todos sus esfuerzos por encontrarla con vida, su cuerpo con evidentes rastros de violencia fue hallado el día 8 del mismo mes en un tiradero de basura, informaron los medios locales.
Desde ese instante las autoridades comenzaron la investigación para dar con el asesino mientras que Marbella era velada. Un supuesto amigo de la joven mujer estuvo presente en su funeral y hasta llegó al lugar con varios arreglos florales, y luciendo una camiseta que decía: “Ni una más”. Él era el homicida.
El hombre identificado como Juan ‘N’, de aproximadamente 40 años de edad, pasó de ser un simple afligido amigo de Valdez Villarreal al principal sospecho luego de que allegados a la víctima les relataran a las autoridades el extraño comportamiento que solía tener con la joven.
Juan y Marbella se conocieron en una gasolinera, lugar donde ella trabajaba, y a partir de ese momento el hombre se obsesionó con ella. Con regularidad la visitaba para darle regalos o invitarla a comer. Con el tiempo hackeó sus redes sociales y hasta instaló sin el consentimiento de la mujer, un geolocalizar en su carro. Según atestiguaron algunos amigos, Juan solía llegar a los lugares en los que se encontraba Marbella para ‘sorprenderla’.
El criminal llegó a robar las llaves del apartamento donde vivía la joven, y la última vez que contactó a sus familiares fue para informarles que Juan la ayudaría a cambiar las chapas de su casa.
Él la raptó y la llevó hasta su domicilio, y allí la abusó sexualmente en reiteradas oportunidades por tres días hasta que la mató.
Datos extraoficiales revelaron que el detenido tenía conocimiento en el procesamiento de escenas del crimen porque habría realizado su servicio social en la Unidad de Periciales de la anterior Procuraduría General de Justicia del Estado Mexicano.
Una prima de Marbella, Joselyn Ruiz, rindió declaraciones al canal Telemundo 20 y contó que el día del funeral, vio que el supuesto amigo de su familiar tenía rasguños en el cuello, ADN que fue hallado entre las uñas de la mujer.
“Él estuvo con nosotros en el velorio, estuvo en el sepelio, él se acercaba a verla, en la caja (…) Es un cinismo, una falta de respeto, porque si él realmente fue, no puedo creer que él haya estado viendo el dolor por el que estábamos atravesando todos… y todavía estar ahí y dándonos el pésame”, relató Ruiz.
La necropsia realizada a la universitaria reveló que su cuerpo presentó varias lesiones en rostro, cuello, tórax, abdomen y área genital; la causa de muerte fue estrangulamiento y por una herida profunda en el abdomen.
Vistiendo una camiseta con la leyenda que exigía “ni una más“ el presunto asesino de Marbella se presentó en su funeral, incluso se acercó a darle el último adiós con el féretro abierto, en su rostro no mostró ningún tipo de remordimiento. #Feminicidio #Tijuana pic.twitter.com/rFQyQxtb5b
— Omar Martinez (@omartinezTJ) February 23, 2020
Este caso se presentó unos días antes del crimen de una pequeña niña de tan solo siete años que fue raptada a la salida de su escuela por una mujer que resultó ser amiga de la madre de la menor.
Después de estar tres días en cautiverio, su cuerpo fue hallado sin vida dentro de una bolsa plástica en un baldío cerca de su instituto educativo. Una vez iniciaron el proceso de investigación las autoridades pudieron evidenciar gracias a unos videos de seguridad, que la secuestradora era Gladis Giovana Cruz Hernández.
De inmediato iniciaron su búsqueda y a los pocos días lograron su captura junto a su esposo, Mario Alberto Reyes Nájera, quién también estaba involucrado en el hecho.
Durante su declaración, Cruz Hernández aseguró que se vio obliga en secuestrar a la menor porque Reyes Nájera le exigió que le “buscara una novia más joven” o de lo contrario él violaría a dos de sus hijas. Gladis manifestó que por miedo accedió a raptar a la niña, quien, a su juicio, sus padres nunca estaban pendiente de ella.
Mario Alberto una vez tuvo a la niña en su poder, le habría colocado un vestido nuevo, le pintó las uñas y procedió a abusar sexualmente de ella. Poco después, en su afán por callar a la infante, Gladis Giovana le colocó un cinturón en el cuello para asfixiarla, pero al ver que no tenía la suficiente fuerza para hacerlo, su pareja dio fin a los gritos de la víctima con sus propias manos.
En México, el número de asesinatos de mujeres continúa siendo alarmante, ya que según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en enero de 2020 ocurrieron 73 feminicidios, y durante 2019 se registraron 1006.