El papa saluda fieles en México al iniciar agenda marcada por violencia y pobreza
Serán varios días en los que el papa Francisco dará su mensaje de esperanza al pueblo azteca, afligido por su situación actual.
El papa Francisco saludó a ancianos y minusválidos que lo aguardaban en medio de miles de fieles, en el inicio de su agenda oficial en México, con la expectativa de que ofrezca una luz de esperanza frente a los problemas de violencia y corrupción que golpean al país.
Apostados en las afueras de la Nunciatura, donde pernoctó, multitudes de católicos desafiaron el duro frío matinal para ver al líder del catolicismo mientras entonaban canciones como la tradicional "Cielito Lindo".
Al salir de la Nunciatura, Francisco se bajó del papamóvil para acercarse a sus fieles, donde recibió el abrazo de ancianas y saludó y dio su bendición a un grupo de minusválidos en sillas de ruedas.
"Su visita nos llena de esperanza, nos refuerza el espíritu. Es un país con mucho dolor por este problema tan grande que tenemos de la violencia", dice Ema Torres, una ama de casa de 70 años que esperaba ver al papa desde el amanecer frente a la Nunciatura.
"Ojalá que el presidente escuche el mensaje del papa, que nos volteé a ver a nosotros los pobres", dijo Carmela González, una mujer de 52 años que vendía en la calle banderines y decoraciones con las fotos de Francisco.
La visita del papa a México fue buscada con insistencia por el gobierno de Peña Nieto, que ha sido blanco de fuertes críticas por la situación de derechos humanos en el país y casos como la desaparición y presunta masacre de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
"El encuentro del papa con la Virgen de Guadalupe será monumental. Él es un gran devoto mariano y la Virgen de Guadalupe no es sólo reina en México sino emperatriz de América", estimó en su momento Andrew Chesnut, profesor de estudios de religiones en la Universidad de Virginia Commonwealth, Estados Unidos.
- Pobreza, migración y violencia -
Aún conmocionado por el motín que el jueves dejó 49 muertos en una cárcel de Monterrey (norte), México condensa muchos de los temas que preocupan a Francisco: una sociedad desigual donde la mitad de sus habitantes sigue siendo pobre, un país acechado por la violencia del narcotráfico y donde miles de migrantes viven un calvario tratando de llegar clandestinamente a Estados Unidos.
"El México de la violencia, de la corrupción, del tráfico de drogas, de los cárteles, no es el México que quiere Nuestra Madre y, por supuesto, que yo no quiero tapar nada de esto", manifestó el papa días antes de su visita.
"Intentaré ser claro, hablar claro", se comprometió Francisco ante la expectativa de muchos mexicanos para que dé unas palabras de aliento ante la dramática situación que vive el país.