El patrimonio de la humanidad que ha sufrido por graves incidentes
La devastación en la catedral de Notre Dame recuerda otros emblemáticos lugares que han sido destruidos.
El incendio de Notre Dame de París destruyó una parte importante del patrimonio arquitectónico, artístico y religioso de la catedral, pero el trabajo de los bomberos, además de evitar daños personales, ha permitido salvar muchos otros, en particular la estructura del edificio.
La pérdida más visible es la aguja de la catedral, que se hundió entre las llamas apenas una hora después de iniciarse el incendio. Según el ministro de Cultura, Franck Riester, todo apunta a que fue allí donde comenzó el fuego, en una zona donde se habían iniciado obras recientemente y donde se había instalado un andamiaje de 100 metros de altura.
La aguja había quedado destruida varias veces a lo largo de la historia de Notre Dame. La que se vino abajo el lunes databa de 1859 y había sido diseñada por el arquitecto Eugène Viollet le Duc.
Notre Dame
Estas son algunas de las obras patrimonio de la humanidad que ha sufrido por graves incidentes
En septiembre de 2018 fue reabierta la capilla del arquitecto Guarini en la catedral de San Juan Bautista de Turín (Italia), una joya del Barroco construida para albergar la Sábana Santa. Esta reapertura se dio apenas veintiún años después del incendio que la destruyó el 11 de abril de 1997. El incendio también se produjo cuando la catedral acometía obras de restauración.
En ese mismo mes del año pasado ardió el Museo Nacional de Río de Janeiro (Brasil), con 200 años de antigüedad y cuyas 20 millones de piezas databan de diferentes periodos y países. El fuego se originó por un cortocircuito en un aparato de aire acondicionado, según el último reporte de las autoridades.
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Hace trece años, en agosto de 2006, la catedral de la Santísima Trinidad de San Petesburgo (Rusia), corrió una suerte similar a Notre Dame. Su cúpula principal y una de las cuatro menores se derrumbaron a consecuencia de un incendio, cuando se encontraba en proceso de restauración. En 2010 fue reabierta.
En la última década del siglo pasado, varios edificios icónicos como la ópera de Venecia, la Fenice (1996) en Italia; el Liceo de Barcelona (1994) en España o la parte nordeste del castillo de Windsor (1992) quedaron destrozados por incendios. También en 1992 ardió la biblioteca de Sarajevo, en este caso por los disparos de los artilleros serbios durante la guerra de Bosnia.
Objetivos yihadistas
No fue un accidente o un siniestro, sino la acción deliberada del Estado Islámico la causante de la destrucción sufrida en 2015 en la ciudad siria de Palmira, con unos 2.000 años de antigüedad y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980. Los yihadistas redujeron a escombros los templos de Baal Shamin y Bel, tres emblemáticas torres funerarias y el Arco del Triunfo.
El Estado Islámico también fue responsable, en febrero y marzo de 2015, de la destrucción y el saqueo de piezas de valor histórico en Irak. Primero fueron el yacimiento de Dur Sharrukin y el Museo de la Civilización en Mosul, y luego las ruinas de Nimrud, capital del imperio Asirio, y la ciudad milenaria de Hatra, patrimonio de la Humanidad desde 1985. Hatra resistió en dos ocasiones el asalto de los romanos gracias a su muralla de 2.000 años de antigüedad, pero no pudo con los yihadistas.
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Entre los numerosos enclaves históricos que han sufrido el ataque de los yihadistas en Siria, también se cuenta la ciudad Antigua de Alepo, Patrimonio de la Humanidad, y su Gran Mezquita, parcialmente destruida en 2013 por un incendio durante la guerra y del que la Unión de Ulemas del Levante acusó a Al Qaeda.
Terremotos en Nepal y Myanmar
En abril de 2015 un terremoto causó enormes daños en el patrimonio histórico del valle nepalí de Katmandú. Alrededor de 750 estructuras con valor religioso o cultural quedaron reducidas a escombros y los siete lugares más importantes sufrieron daños muy graves, entre ellos la plaza Durbar de Patan, los palacios de Hanuman Dhoka en la capital, y el recinto monumental de Bhaktapur, que resultaron prácticamente destruidos.
En agosto de 2016 un terremoto de 6,8 grados en el centro de Myanmar dañó cerca de 400 templos en el complejo arqueológico de Bagan, capital del antiguo reino birmano de Pagan entre los siglos IX y XIII y que reúne más de 3.000 estupas y pagodas en una superficie de unos 40 kilómetros cuadrados.