Israel confirma la muerte del probable sucesor del líder de Hezbolá

Las autoridades israelíes confirmaron la muerte de Hashem Safieddine, primo del también asesinado Hassan Nasrallah a finales del mes pasado y quien era la cabeza de la milicia chií libanesa Hezbolá. Safieddine tuvo una gran influencia en la toma de decisiones de Hezbolá y era su presidente del Consejo Consultivo.

La confirmación de su muerte llega en un contexto de intensificación del conflicto, en el que el gobierno de Benjamín Netanyahu ha prometido continuar atacando a los líderes y responsables de Hezbolá. En los últimos días, las fuerzas israelíes han afirmado haber matado a otros tres comandantes ya unos 70 milicianos en el sur de Líbano, una zona que ha sido invadida por las tropas israelíes desde hace casi un mes.

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A la par, se han emitido órdenes de evacuación forzosa a los residentes de áreas consideradas de combate, como algunos barrios de la ciudad de Tiro este miércoles, ubicados a 20 kilómetros de la frontera.

A pesar de la ofensiva israelí, Hezbolá sigue hostigando a Israel. Las alarmas antiaéreas se activaron en Tel Aviv la mañana del miércoles, coincidiendo con la visita del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken , quien se encontró en su undécimo viaje a la región desde el inicio de la guerra. Las defensas antiaéreas de Israel lograron derribar dos misiles lanzados desde Líbano, lo que demuestra que, aunque bajo presión, la milicia sigue siendo capaz de realizar ataques.

En el ataque en el que murió Safieddine, también falleció Ali Hussein Hazma, un alto mando de la inteligencia de Hezbolá, y otros miembros del grupo. El bombardeo se llevó a cabo en el suburbio de Dahiye, un feudo de Hezbolá en el sur de Beirut, donde se encontraba un cuartel subterráneo que era uno de los principales objetivos de la actual ofensiva militar israelí. Es en esta misma área donde, unos días antes, otro ataque similar acabó con la vida de Hassan Nasrallah, el líder histórico de la milicia.

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La confirmación tardía de estas muertes por parte de Israel no es un hecho inusual. Los ataques aéreos de Israel suelen destruir refugios subterráneos , lo que complica la identificación inmediata de las víctimas. Este patrón se repitió en julio cuando Israel bombardeó al jefe del brazo militar de Hamás, Mohamed Deif. Aunque su muerte no fue anunciada hasta agosto, y Hamás no la confirmación, esta táctica refleja la dificultad de evaluar los resultados inmediatos de los ataques aéreos masivos , especialmente cuando se trata de figuras clave escondidas en refugios fuertemente protegidos.

Israel sigue justificando sus operaciones militares bajo la premisa de defenderse de las amenazas continuas que representa a Hezbolá, un grupo nacido en 1982 y sostenido directamente por Irán, cuyo objetivo es la resistencia armada contra Israel.