Justicia británica decide no extraditar a Assange a Estados Unidos
Estados Unidos lo reclamaba para juzgarlo por espionaje.
La justicia británica tomó este lunes la decisión de no extraditar al fundador de WikiLeaks, el polémico Julian Assange, a Estados Unidos, que lo reclamaba para juzgarlo por 18 delitos de espionaje, por lo que podría ser condenado hasta a 175 años de prisión.
La decisión se dio un día después de que la plataforma WikiLeaks pidiera a las autoridades de Estados Unidos que retiraran los cargos contra su fundador.
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a abogada Stella Morris, compañera sentimental de Assange con quien tiene dos hijos, llegó al tribunal media hora antes del inicio de la vista, pero no quiso hacer declaraciones. Había dicho al diario alemán Der Spiegel que "la defensa de Julian se ha visto seriamente obstaculizada" en la prisión londinense de Belmarsh, donde lleva 20 meses recluido.
Una pequeña protesta se organizó a las puertas del tribunal, donde una docena de personas se había reunido desde primera hora de la mañana para expresar su apoyo al australiano.
"No extraditen a Assange, el periodismo no es un crimen" o "Liberen la verdad, excarcelen a Assange" podía leerse en sus pancartas. "Paren el juicio espectáculo de Julian", decía otra, enarbolada por un hombre en bicicleta.
Se produjeron algunas fricciones con la policía, que pidió a los manifestantes abandonar el lugar debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. "Estoy aquí esta mañana porque apoyo a un hombre que, en mi opinión, ha sido injustamente encarcelado por decir básicamente la verdad. No ha hecho nada malo. La venganza de Trump tenía largos tentáculos", dijo a la AFP una manifestante, Myra Sands, de 78 años, en referencia a la administración estadounidense de Donald Trump.
Assange fue recluido en una prisión londinense de alta seguridad desde su detención en abril de 2019 en la embajada de Ecuador, donde vivió refugiado siete años.
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Washington le reprocha haber puesto en peligro la vida de sus informantes con la publicación de los documentos secretos sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos.
Pero para su comité de apoyo, son "cargos con motivación política" que "representan un ataque sin precedentes a la libertad de prensa". "El mero hecho de que este caso haya ido a los tribunales, y que haya durado tanto tiempo, constituye un ataque histórico y a gran escala contra la libertad de expresión", afirmó el domingo el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson.
La defensa del australiano, coordinada a nivel internacional por el exjuez español Baltasar Garzón, denunció en el pasado que el presidente estadounidense Donald Trump quería hacer con él un castigo "ejemplar" en su "guerra contra los periodistas de investigación" y Assange no tendría un juicio justo en Estados Unidos.