La dimensión y las causas de las protestas en Irán
Muchas ciudades iraníes han vivido manifestaciones masivas en los últimos días en contra de las condiciones económicas, políticas y sociales sin la mediación de una personalidad o grupo político.
Muchas ciudades iraníes han se han prestado como escenario de masivas manifestaciones para protestar en contra de las condiciones económicas, políticas y sociales, como la pobreza y el desempleo en el país, mientras que, hasta el momento ningún político o partido se ha pronunciado al respecto.
Las protestas en Irán iniciaron en Mashhad, la segunda ciudad más grande del país y uno de los centros religiosos y espirituales de Irán. Las protestas se extendieron pronto hacia Nishapur, Shahrud, Kermanshah, Qom, Rasht, Yazd, Qazvin, Zahedan, Ahvaz y otras ciudades. El sábado, estudiantes universitarios salieron de la Universidad de Teherán, gritando consignas.
Víctimas de compañías en bancarrota
De hecho, estas protestas no aparecieron de repente. Durante el año, las personas que han perdido sus ahorros en compañías financieras en bancarrota (alcanzando las 6.000) han organizado pequeñas protestas en Teherán y otras ciudades para dar a conocer su opinión en contra de esta situación.
Se estima que varios millones de personas se han enfrentado a esta realidad, pero el Estado y las agencias del Gobierno solo intervienen cuando las protestas son muy grandes.
Participación de pobres y opositores
La mayoría de los manifestantes en las protestas recientes son las víctimas por las compañías en bancarrota. Sin embargo, esta vez la parte más pobre de la sociedad y los grupos políticos de oposición también parecen haberse unido a ellos.
El punto principal que denuncian los manifestantes está relacionado con las condiciones de vida en el país, la pobreza, el desempleo, la estructura concéntrica de la economía y la política exterior iraní, que a su vez revela la relación entre estos tres grupos.
Consignas en las protestas
Entre las consignas utilizados por los manifestantes se pueden ver: "No gaste nuestro dinero en Siria, Gaza y el Líbano", "La gente se ha degradado hasta el nivel de la mendicidad" y "aquellos que ven a Reza Shah Pahlavi como un símbolo de la modernización del país, están rezándole a él".
Otros lemas incluyen: "Salga de Siria y mire nuestras condiciones", "Ni Gaza, ni Líbano, mi vida es por Irán", "Maldito Hezbolá", "No queremos república islámica", "Independencia, libertad, República de Irán" y "La gente ha comenzado a mendigar ".
Sin lugar a dudas, las autoridades de las dos alas políticas en Irán esperaban que estallara un incidente, por medio de las instituciones de inteligencia y seguridad que tenían. Sin embargo, eligieron el camino de no obstruir a las personas y les permitieron expresar su insatisfacción con la economía.
Las manifestaciones se pueden extender aún más
El destino de las inversiones de las víctimas sigue siendo un misterio porque se han declarado en bancarrota por las instituciones financieras, las cuales (casi todas) pertenecen a los conservadores.
El Gobierno aceptó pagar únicamente las deudas de las compañías “Caspian” y “Alborz”, que cuentan con las garantías del Banco Central de Irán. Al no cubrir de igual forma las deudas de otras compañías en bancarrota, pueden crear un ambiente propicio para que las protestas se extiendan aún más.
Si la deuda se paga con el presupuesto del Estados, también se generarían objeciones en otras partes de la sociedad. Por otro lado, está claro que el Gobierno no puede cubrir todas estas deudas debido a la gran carencia de recursos financieros.
Las fuerzas de seguridad se han contenido
En muchos escenarios se ha cuestionado a los organizadores de los eventos recientes. Cualquier manifestación callejera en Irán únicamente se puede realizar después de obtener permiso y el cumplimiento de las fuerzas de seguridad del Ministerio del Interior y el líder iraní.
Aunque el Gobierno ha declarado que tales protestas son “no autorizadas e ilegales”, las fuerzas de la policía y los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica no han interferido de ninguna manera con los eventos. Considerando que las manifestaciones se han dado de manera continua, también está claro que no se ha hecho ningún “arresto al azar”.
El objetivo son los reformistas y conservadores
En las protestas de los días recientes, contrario a lo que ha pasado antes, especialmente durante los eventos que se dieron en 2009 a favor del ala reformista, en esta ocasión, se está atacando tanto a reformistas como a conservadores en las consignas. Esto ha sorprendido a las autoridades de ambos lados, así como a los analistas políticos.
A pesar de todo, estas manifestaciones, al adquirir una dimensión política, han evolucionado a un punto que las autoridades no estaban esperando. Por tal razón, con la expansión de las protestas en todo el país, tanto el ala del Gobierno como los conservadores, han empezado a culpar el uno al otro, asegurando que cada quien no está relacionado con los incidentes.
Declaraciones contradictorias
El vicepresidente de Irán, Eshaq Jihangiri, afirmó este fin de semana que “los problemas económicos estaban siendo usados como una excusa cuanco, debajo del telón, hay otra cosa”.
The Iran (el periódico oficial del Gobierno de Hassan Rouhani), también sugirió en un artículo publicado el lunes en la página principal que “algunas personas creen que el público es un juguete para llegar a su objetivo”.
En el lado de la oposición, el imán (líder religioso) de las oraciones de los viernes en Teherán, dijo en su sermón semanal: “No deberíamos dejar un espacio en blanco en la sociedad para que las mentes de las personas no sean envenenadas y manchadas con palabras desequilibradas”.
Hossein Shariatmadari, uno de los políticos más importantes del ala conservadora y director del periódico Keyhan, vinculado con el Líder Supremo de Irán, aseveró que “el sufrimiento de las personas en materia de calidad de vida, es la nueva sedición de los problemáticos”.
El Ejército de los Guardias Revolucionarios también aseguró que “algunos grupos están buscando una nueva sedición”.
Los mentores del presidente Rouhani, como lo es el especialista en relaciones internacionales y en política, Ferzane Rustayi, creen que las manifestaciones de la oposición han dado paso a que se publiquen sus objeciones.
Argumentan el fracaso de Rouhani señalando la intervención del régimen iraní en Yemen y el nombramiento de una ministra sunita en el gabinete, así como su silencio contra la casa. Dentro de poco, podremos llamar estas protestas como “el arrepentimiento de los votos que le dieron a Rouhani”.
Los incidentes que han tenido lugar en Irán durante los últimos 20 a 30 años indican que ninguna de las manifestaciones (independientemente de su relación con las condiciones económicas, los derechos de las mujeres o la misma naturaleza), están exentos de alcanzar una dimensión política.
Finalmente, es posible decir que el acercamiento entre las alas reformistas y conservadoras, el cual terminó con la presidencia de Rouhani, trajo consigo objeciones políticas de ambas partes.
Abdolsalam Salimipoor / Anadolu / Estambul
*Daniela Mendoza y Maria Paula Triviño contribuyeron en la redacción de esta nota.
Con información de Abdolsalam Salimipoor / Anadolu / Estambul