Max III, el perro alcalde que cuesta 100.000 dólares al año
En una ciudad del mundo el alcalde es un perro y es el tercero de la familia en ocupar el cargo.
La ciudad de Idyllwild, en California, tiene un sistema de gobierno único en el mundo: su alcalde es un perro. El actual alcalde, Max III, es el tercer perro de su familia en ocupar el cargo. El primero fue Max I, elegido en 2012, y el segundo fue Max II, que murió en 2022.
Idyllwild es un pequeño pueblo de montaña con unos 4.000 habitantes. En 2012, la organización local sin fines de lucro Idyllwild Animal Rescue Friends (ARF) organizó unas elecciones para alcalde con la única condición de que los candidatos fueran mascotas.
En aquella ocasión, se presentaron 14 perros y dos gatos. El voto era simbólico y costaba un dólar, que iba destinado a la organización. Cualquier ciudadano podía votar tantas veces como quisiera, por el candidato que quisiera.
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Los dueños de Max I, Phyllis Mueller y Glenn Warren, se entusiasmaron con la posibilidad de que su perro fuera elegido alcalde. Organizaron una campaña intensa, visitando a los vecinos y colocando carteles por todo el pueblo.
El día de las elecciones, Phyllis y Glenn donaron dos cheques de 10.000 dólares cada uno para garantizar la victoria de su mascota. Max I ganó con una amplia mayoría, recaudando un total de 31.000 dólares para la organización.
Sin embargo, Max I no pudo completar su mandato, ya que murió trágicamente nueve meses después de ser elegido. Su lugar lo ocupó Max II, otro Golden Retriever primo de Max I y también propiedad de Phyllis y Glenn.
Max II fue un alcalde muy popular. Tras el éxito de su primer mandato, la organización propuso una reelección o un nuevo candidato, pero el pueblo se rebeló en favor del perro y exigió un mandato vitalicio.
Max II gobernó durante nueve años, hasta su muerte en julio de 2022. Su lugar lo ocupa ahora Max III, que tiene un año de edad.
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Los dueños de Max III han tenido que afrontar grandes gastos para financiar las carreras políticas de sus mascotas. Al ser un gobierno organizado por una fundación, no recibe presupuesto federal y los gastos de la oficina del alcalde son cubiertos por Phyllis y Glenn.
En total, los dueños de los tres Max han gastado unos 120.000 dólares al año en gastos de la oficina del alcalde, viajes, publicidad y otros gastos relacionados con la función pública.
Ninguno de los Max que han ocupado el cargo ha recibido retribución alguna. Solo ganan un máximo de 100 dólares al mes por concepto de donaciones y una comisión de la venta de camisetas del centro de rescate animal.