Niña de 5 años fue asesinada luego de que la obligaran a comer excremento
La madre de la menor sería la presunta agresora, quien además le había quitado dos dientes, cabello y uñas de sus pies.
Un insólito caso tiene consternados a toda la comunidad de San Antonio en Texas (Estados Unidos), luego de que se conociera el caso de tortura a la que fue sometida la pequeña Mercedes Losoya de 5 años, a manos de su madre.
Katrina Mendoza y su pareja José Ángel Ruiz, habían incurrido en el maltrato de la menor, donde luego de haberse excedido en el castigo físico, ocasionaron la muerte de la niña, tras someterla a varias atrocidades entre las que estaban el comer excremento de perro.
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Luego de ver que la pequeña no reaccionaba ante los múltiples golpes, la progenitora de Mercedes decidió llevarla por urgencias a un centro asistencial, en los que los profesionales de la salud, no dieron un panorama alentador, pues la pequeña presentaba varias heridas en su cuerpo, que en efecto arrojaban un diagnóstico crítico.
Así mismo, la mujer dijo en sus declaraciones que había pedido a su esposo reprender a la infante y allí se originó la tortura que comenzó tres semanas antes de su fatal deceso.
No obstante, los médicos también declararon que el castigo fue tan severo que la madre de la niña, en alguna ocasión había mojado una media con orina y se la había metido en la boca, y al momento de sacarla, le tumbó dos dientes.
Además, la mujer manifestó que el desprendimiento de su cabello, había sido porque la hermana mayor lo había hecho. Sin embargo, en las declaraciones, la otra pequeña tuvo concordancia con algunas palabras anteriores que había hecho su madre.
Posteriormente, la fémina también dijo que su compañero sentimental en varias ocasiones había lastimado a Mercedes con un cinturón, pero el hombre negó la versión, y en caso contrario dijo que había sido ella la que incurrió en el caso de tortura.
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Ambas personas fueron capturadas por la Policía local, y serán remitidos para que un juez del estado les imponga la condena que deben pagar por este vil asesinato, en el que corren el riesgo de pasar lo que les resta de vida en una prisión.