¿Por qué la Unión Europea avaló comer insectos? Larva de gusano y grillos en la dieta
Europa da luz verde al consumo de tres insectos y estudia la posibilidad de integrar un cuarto como fuente de proteína segura.
La Unión Europea ha estado explorando la idea de incluir insectos en la dieta como una alternativa a la carne de res.
Se cree que los insectos, especialmente los grillos y las larvas de gusano, son una fuente saludable de proteínas y nutrientes, y pueden ser cultivados con un impacto ambiental mucho menor que el de la ganadería. Además, la producción de insectos requiere menos tierra y agua que la producción de carne de res.
La Unión Europea ha establecido normas para la producción y el etiquetado de productos alimentarios a base de insectos, y algunos países miembros han empezado a aprobar su uso en la alimentación humana.
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Sin embargo, aún hay reticencias culturales en algunos países de la Unión Europea y en otros lugares sobre la idea de incluir insectos en la dieta.
Esta discusión en el antiguo continente viene de años atrás, pues ya en 2022 se había dado el visto bueno a los saltamontes y grillos, estos pueden estar congelados, desecados o en polvo. Pero lo más común es que se encuentre como harina, que se puede integrar en otras recetas, por lo que muy pocos sabrían identificar su sabor.
De allí que, se haya generado un fuerte debate en redes sociales, pues muchos usuarios aseguran que la Unión Europea los obligará a comer insectos en panes, galletas o pasta sin que ellos se puedan dar cuenta.
"No podemos permitir que los franceses coman insectos sin su conocimiento", mencionó un político conservador en Francia.
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No obstante, en el documento oficial que fue divulgado se mencionan algunas especificaciones para que los consumidores puedan estar al tanto de que el producto o alimento que están por consumir tiene insectos.
En un primer momento, tanto la acheta domesticus como el polvo de grillo doméstico, deberán tener una etiqueta cara al respecto. En cuanto a los alimentos hechos a base de insectos, también deberán advertir en una etiqueta que estos pueden generar alergias a personas sensibles a los crustáceos, moluscos y ácaros del polvo.
De acuerdo con un informe de la Organización Europea de Consumidores en 2020, solo un 10 % de los europeos estaría dispuesto a cambiar la carne por insectos en su dieta diaria. Por lo que esta idea aun no es del todo aceptada en estos países.
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