¿Por qué se 'pixela' la pornografía en Japón?
Quien incumpla la ley deberá pagar dos años de prisión o pagar una multa de dos millones y medio de yenes.
Japón es sin duda uno de los países en el mundo en que más contrastes y variedad de costumbres hay, incluso en ocasiones para la cultura occidental resultan extrañas ciertas prácticas y hábitos que tienen los asiáticos.
Precisamente, una de ellas tiene que ver con el sexo, específicamente con la pornografía, una industria que hoy en día mueve millones de dólares a nivel mundial y sobre todo a miles de usuarios a través de internet.
Frente a esto, el país nipón no es la excepción, incluso es común ver en librerías, locales y tiendas espacios exclusivos para artículos de contenido erótico o pornográfico, sim embargo no todo es ‘color de rosa’, pues en la mayoría de este material los genitales están censurados.
Lea además: 'Mi regalo', la canción con la que Luisa Fernanda W es número uno en YouTube
Esta limitación es conocida como ‘bokashi’, unos efectos digitales similares a los pixeles que distorsionan los genitales de escenas en que existe contenido sexual explícito.
La ley que regula esta particular restricción es el artículo 175 del código penal japonés que estipula ilegal la distribución de material indecente. Por eso la única forma que han encontrado los nipones de comercializar de forma legal la pornografía es ‘pixelando’ las partes íntimas.
Y es que a pesar de que la censura ha venido disminuyendo en cientos de países a nivel mundial, en Japón aun es necesario “esconder” los genitales en cualquier tipo de producción en la que se muestren desnudos acompañados de actos sexuales; es tan severa la restricción que quien incumpla la ley debe pagar dos años de prisión o pagar una multa de dos millones y medio de yenes por tener material erótico con fines comerciales o lucrativos.
El debate respecto al tema se ha gestionado durante varios años. Varios expertos y críticos de la medida aseguran que la restricción va en contra de la libertad de expresión, garantizada en la Constitución japonesa. Uno de los puntos clave dentro de la discusión es que el código penal no define con exactitud el término “obsceno” por lo que no hay claridad y da paso a múltiples interpretaciones.
Lea también: ¿Qué harán Karol G y Anuel AA con sus tatuajes si terminan?
“Con la restricción se desarrollan una serie de políticas que acaban en la prohibición de la exhibición de escenas donde se muestra especialmente el vello púbico”, aseguró Joaquín Puig González, profesor de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Autónoma de Barcelona, para el diario El Clarín.
El docente indicó además que la medida afecta también a todo tipo de películas, incluso las comerciales.