Theresa May, de nuevo enfrenta a sus críticos ante un acuerdo de Brexit
Los fervientes partidarios del Brexit temen quedarse atrapados en un "territorio aduanero común" con la UE.
La primera ministra británica, Theresa May, enfrenta de nuevo este viernes a unos socios europeos que rechazaron la víspera sus intentos de obtener más concesiones al acuerdo de divorcio, acercando el escenario de un temido Brexit abrupto.
"Objetivamente, las señales que escuchamos ayer no son especialmente tranquilizadoras sobre la capacidad de Reino Unido de cumplir el compromiso contraído", dijo el primer ministro belga, Charles Michel, a su llegada a un segundo día de cumbre.
Una May aliviada tras superar el miércoles una moción de censura entre sus filas conservadoras urgió a sus socios a "confiar" en ella y otorgarle las garantías necesarias para apaciguar el rechazo del parlamento británico al acuerdo de divorcio.
Sus socios criticaron, en cambio, la "nebulosa" de las demandas de la 'premier' el jueves, en palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la urgieron a presentar planes claros, aumentando la presión sobre ella.
Una fuente que presenció la intervención de May describió a la AFP a una primera ministra incapaz de articular un discurso coherente, que hablaba incluso del espíritu de Navidad y que no podía precisar los apoyos al acuerdo en Westminster.
La clave para conseguir el primer acuerdo de divorcio de un país en seis décadas de proyecto europeo está de hecho entre los muros de este palacio de estilo neogótico, que acoge el parlamento británico a orillas del Támesis.
"Problema" en Westminster
"El hecho es que, por razones políticas internas en Reino Unido, algunas personas intentan poner en peligro la futura relación con la UE", aseguró el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, para quien el problema son los diputados británicos.
Pese a su victoria en Londres, el rechazo en Westminster al acuerdo de divorcio sigue planeando por el mecanismo de último recurso acordado para evitar una frontera para bienes entre Irlanda e Irlanda del Norte, conocido como 'backstop'.
Los fervientes partidarios del Brexit temen quedarse atrapados en un "territorio aduanero común" con la UE y no recuperar nunca su libertad comercial, si este mecanismo entra finalmente en vigor por no lograr una alternativa mejor en la negociación de la futura relación comercial.
Ante una posible derrota, la primera ministra decidió reportar el voto previsto el martes al 21 de enero, a más tardar, e inició una ofensiva en Europa para lograr las "garantías correctas" de sus socios de que el 'backstop' no se utilizará.
En un gesto hacia May, los 27 prometieron trabajar "con celeridad" en un acuerdo durante el período de transición para evitar la entrada en vigor del 'backstop' y, en caso de que entre, a poner "el máximo empeño" para substituirlo con otro pacto.
Sus socios decidieron, no obstante, retirar de su declaración del jueves un párrafo sobre su disposición a otorgar nuevas garantías, ante la "confusión" de las palabras de la 'premier', precisó a la AFP una fuente diplomática.
¿Cumbre en enero?
El número dos del gobierno británico David Lidington relativizó ese cambio de última hora y aseguró que su líder pasará las próximas semanas antes de volver al parlamento para buscar las "garantías" en la UE que necesitan los diputados.
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, que ejerce la presidencia pro témpore de la UE, abrió la puerta a una nueva "discusión común en enero" si la votación no se celebra en la Cámara de los Comunes o si su resultado no es positivo.
Una fuente europea descartó en cambio que existan planes para celebrar una cumbre en enero y precisó que la declaración política de la UE de la víspera fue la "única garantía política" que obtendrá May si Londres no modifica sus "líneas rojas".
La inquilina de Downing Street enfrenta constantes críticas a su estrategia del Brexit por parte de los eurófobos de su partido, del partido unionista norirlandés, que garantiza su mayoría parlamentaria, e incluso de la oposición laborista.
En este contexto, los europeos, que se oponen a tocar ni una coma del acuerdo del Brexit negociado durante 17 meses y al que dieron su visto bueno el 25 de noviembre, urgieron el jueves a acelerar los preparativos de un temido divorcio sin acuerdo.
A pocos meses de la retirada prevista el 29 de marzo, la Comisión Europea publicará así la próxima semana "todas las informaciones generalmente útiles sobre los preparativos para una ausencia de acuerdo", anunció Juncker.