Trump nomina crucial nuevo juez de la Corte Suprema
Trump ya llenó una vacante de la Corte desde que asumió en enero de 2017, con la elección del conservador Neil Gorsuch.
El presidente Donald Trump designa a un nuevo juez de la Corte Suprema, una decisión que puede inclinar al máximo tribunal de Estados Unidos hacia la derecha y tener trascendentales implicaciones en temas como el aborto, las armas de fuego y la inmigración.
La oposición demócrata está lista a dar la pelea, mientras Trump mantenía el suspenso en torno a su lista de cuatro candidatos posibles, todos con sólidas credenciales derechistas, antes del anuncio televisivo de la noche del lunes en horario estelar desde la Casa Blanca.
"Hace mucho escuché que la decisión más importante que puede tomar un presidente de Estados Unidos es la selección de un juez de la Corte Suprema. Se anunciará esta noche a las 21H00", tuiteó el lunes el mandatario, tras pasar el fin de semana sopesando su decisión en su club de golf de Nueva Jersey.
I have long heard that the most important decision a U.S. President can make is the selection of a Supreme Court Justice - Will be announced tonight at 9:00 P.M.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de julio de 2018
Trump ya llenó una vacante de la Corte desde que asumió en enero de 2017, con la elección del conservador Neil Gorsuch, aprobado por el Senado en abril de 2017. Pero designar el reemplazo de Anthony Kennedy, quien se retirará a fines de julio, es clave.
Durante años, este moderado de 81 años sirvió como el voto decisivo de desempate entre conservadores y liberales en el máximo tribunal de nueve miembros.
Si, como se espera, Trump designa a alguien decididamente a la derecha en el espectro político, los conservadores podrían dominar durante años la Corte, donde los jueces sirven de manera vitalicia.
Los candidatos en la lista de candidatos de Trump son Brett Kavanaugh, exasesor del expresidente George W. Bush; Raymond Kethledge, un estricto intérprete de la Constitución estadounidense; Amy Coney Barrett, devota católica y conservadora en temas sociales; y Thomas Hardiman, un acérrimo defensor de los derechos en torno a las armas.
Los cuatro jueces federales tienen el respaldo de los principales grupos jurídicos republicanos, sobre todo de la ultraconservadora Sociedad Federalista. Ninguno tiene más de 53 años, lo que permite a Trump dejar una huella duradera en las leyes de la nación.
Apuro para llenar la vacante
La Corte Suprema ha tomado en los últimos años decisiones históricas sobre cuestiones fundamentales y con mucho peso político, desde el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto, los derechos sobre las armas, el dinero corporativo en las campañas electorales y la libertad de expresión.
El próximo año, el alto tribunal podría tener que considerar los poderes y derechos de Trump en la investigación sobre los vínculos entre su campaña presidencial y Rusia, y si trató de obstruir o no esa pesquisa.
La senadora demócrata Dianne Feinstein dijo que la elección de Trump "podría tener un mayor efecto en la vida cotidiana de los estadounidenses que la de cualquier otro juez en nuestra vida".
Trump se apresuró a nombrar el reemplazo de Kennedy mientras los republicanos aún tienen una mayoría simple en el Senado, que debe aprobar el nombramiento.
Según reportes de prensa, el líder republicano del Congreso, Mitch McConnell, intentó empujar a Trump hacia uno de los dos candidatos, Hardiman o Kethledge, vistos con menos resistencia.
La senadora republicana Susan Collins ya señaló que podría romper con su partido si Trump nombra a alguien que se opone firmemente al derecho al aborto.
Si la nominación se retrasa y los demócratas logran una banca adicional en el Senado en las elecciones legislativas de noviembre, Trump podría verse obligado a acordar con los liberales.
Cuatro conservadores
Trump prometió el domingo que una "persona excepcional será elegida", lo cual generó críticas de la oposición, que lo acusa de frivolizar la designación con un suspenso televisivo. "Me preocupa que esté convirtiendo (la nominación) en un programa de juegos", dijo el senador demócrata Patrick Leahy a la radio NPR.
El lunes, Barrett, de 46 años, la más joven de los cuatro y la única mujer, era casi descartada debido a su relativa inexperiencia y a su supuesta fuerte opinión conservadora en lo social y religioso.
Kavanaugh, de 53 años, comenzó su carrera como empleado de Kennedy. Como juez en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos en Washington, se ha pronunciado sobre algunos de los temas más delicados.
Recientemente expresó su desacuerdo con una decisión judicial que permitía a una inmigrante indocumentada adolescente abortar. También dio una interpretación amplia de lo que constituye una obstrucción a la justicia, una posición que podría ser riesgosa para Trump si la investigación de Rusia lleva a acusaciones de imputación.
Kethledge, de 51 años, integra la corte de apelaciones del Sexto Circuito. Es visto como un "originalista", una escuela conservadora que busca interpretar la Constitución estadounidense según el pensamiento de los líderes fundadores del país hace más de dos siglos, y suele tener enfoques cerrados en casos de derechos individuales.
Hardiman, de 53 años, juez en el tribunal federal de Filadelfia, es menos conocido en términos de su filosofía legal, pero tiene raíces en la clase trabajadora que podrían hacerlo atractivo para el público.