Trump pide desconfinamiento mientras Reino Unido debe extender cuarentena
La COVID-19 ha matado a 255.000 personas desde su inicio en diciembre, y mantiene confinada a más de la mitad de la humanidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo el martes su primera incursión importante fuera de la Casa Blanca desde el inicio de la pandemia de coronavirus, para presionar por la reapertura de la economía, al tiempo que Reino Unido se convirtió en el segundo país más afectado.
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El número de muertos en EEUU ya es de más de 71.000, según la Universidad Johns Hopkins, el balance más elevado del mundo, y el país podría alcanzar las 100.000 víctimas fatales a principios de junio de acuerdo con diversos modelos epidemiológicos.
Después de varios días en que el número diario de muertos parecía desacelerarse, este ritmo cotidiano volvió a retomar fuerza y registró 2.333 nuevos decesos en apenas 24 horas.
Reino Unido también continúa registrando un elevado número diario de decesos (693 el martes) y ahora es el país más afectado de Europa, por delante de Italia, el primer epicentro europeo de la epidemia.
Según el recuento de AFP, las autoridades británicas han identificado 29.427 muertes, una cifra que supera los 30.000 si se añaden las víctimas fatales para las cuales la COVID-19 es la causa probable pero no confirmada por una prueba.
Ante la magnitud de una epidemia que lo ha afectado personalmente, el primer ministro británico, Boris Johnson, debería extender el confinamiento y luego revelar su estrategia el domingo para salir de él gradualmente.
De acuerdo con el conteo de AFP, América Latina y el Caribe ya superaron el miércoles las 15.000 muertes. Brasil, el gigante sudamericano, ya registra 7.921 víctimas fatales y 114.715 pacientes contaminados.
Trump aumenta presión
Por su parte otros países de Europa fuertemente afectados, como Italia, España y Francia, han reportado una nivelación de las cifras, ofreciendo la esperanza de que la vida pueda comenzar lentamente a volver a la normalidad.
En medio de un creciente coro de alertas sobre la posibilidad de una recesión mundial que no se había visto en décadas, varios gobiernos han acelerado el ritmo de flexibilización de las medidas de confinamiento en un intento por revivir las maltratadas economías.
La pandemia de COVID-19 ya ha matado a 255.000 personas desde su inicio en diciembre, y mantiene confinada en sus viviendas a más de la mitad de la humanidad, sumiendo a la economía en un período sin precedentes.
En firme campaña para poner fin al confinamiento que maniata la economía, Trump viajó a Arizona y visitó una fábrica de mascarillas pero evitó ponerse una sobre la boca y nariz.
"Debemos abrir nuestro país", dijo el millonario en la fábrica Honeywell de máscaras respiratorias en Phoenix, Arizona. "No podemos mantener nuestra economía cerrada por los próximos cinco años".
Las proyecciones sombrías en Estados Unidos llegan en medio de esperanzas de que el pico de la pandemia haya sido superado en la mayor parte de Europa tras dos meses de confinamiento, y cuando varios países -alentados por la desaceleración de los contagios- ablandan el confinamiento.
Incluso el estado de California -la quinta mayor economía del mundo- adoptará a partir del fin de semana una flexibilización de las medidas de confinamiento.