“Vivimos el racismo en su estado puro”: colombiana al intentar salir de Ucrania
Mary Jhoana Díaz le contó a La FM los difíciles momentos que vivió para salir de Ucrania.
Desde hace casi dos años la santandereana Mary Jhoana Díaz y su esposo, Laureano Mantilla, se mudaron a Kiev, Ucrania, en busca de nuevas oportunidades laborales en medio de la pandemia por el covid-19.
Sin embargo, jamás imaginaron quedar en medio de una guerra, lo que los obligó a cumplir una travesía para poder salir de ella.
Díaz habló con La FM y contó los difíciles momentos que vivió para salir de Ucrania, luego de llegar a una frontera donde no permitían la salida de los hombres.
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“Hasta el miércoles en la noche, todo parecía normal, de hecho, el jueves por la mañana recibimos una llamada de la oficina para decirnos que no podíamos ir a trabajar porque empezaba el problema, pero hasta el jueves en la mañana no pensábamos que fuera así. Desde entonces, empezamos nuestra travesía para salir de Kiev”, Díaz.
Si bien se habían establecido en dicho país donde iniciaron su nueva vida y trabajaban para una multinacional como teleoperadores, tras la invasión de Rusia debieron salir huyendo hacia Polonia en busca de refugio.
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Según Mary Jhoana, fueron siete días de odisea para abandonar Kiev, pues los bombardeos impedían el tránsito fronterizo, sumado a las dificultades para comunicarse con sus familiares, conseguir alimento o combustibles.
“Ocho horas después, estábamos en Kiev, tuvimos varios días tratando de salir de Ucrania por las fronteras, pero fue muy complicado. Una experiencia muy triste, tuve mucho miedo cuando tuve que pasar por todo eso. El ambiente de guerra que se veía por todo lado, estábamos mi esposo, yo y otro grupo de colombianos que nos encontramos”, aseguró la santandereana.
“No hemos podido dormir bien, ni comer, no podemos retirar dinero y tampoco nos quieren vender comida. Tuvimos que caminar más de 25 kilómetros a una estación de servicios para poder conseguir algo de comida”, agregó.
En medio de toda la travesía, Díaz aseguró que, al llegar a la frontera con Polonia, no estaban dejando salir a los hombres, por lo que tuvieron que buscar otro camino para atravesar el país con su esposo.
“En esa frontera se armaron muchos disturbios por personas de otras nacionalidades y aunque nunca lo aceptaron, la frontera la habían cerrado para los hombres. Llegar a esa frontera fue lo peor que nos pudo pasar porque en el camino para allá nos encontramos con un grupo de extranjeros que estaban haciendo muchos disturbios y comenzaron los disturbios”, indicó.
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La colombiana también aseguró que se trató de una experiencia muy dura, llena de racismo, falta de comida y sin transporte.
“Es una experiencia que no quisiera ni recordar. Vivimos el racismo en su estado puro en esa zona, no en todo el país. La mayoría de personas de Ucrania son muy lindas, pero en esa zona del país y tal vez por esa emergencia, vivimos el racismo en su estado puro. Por ser extranjeros no nos querían vender comida, además no nos querían dejar subir al autobús. Los soldados no permitieron que ningún autobús nos sacara de ahí”, añadió.
Sobre los ucranianos y sus ánimos, Díaz aseguró que la mayoría de hombres tiene ganas de defender su tierra, muy seguros de quedarse a luchar por lo de ellos.
Gracias a la ayuda de la Embajada de Colombia, esta pareja de esposos llegó a Polonia en las últimas horas y en este momento están siendo atendidos en Cracovia, donde fueron instalados en un hotel y les permitieron la comunicación con sus familiares.
En los próximos días determinarán si regresan a Colombia o se trasladan hacía Madrid, España, donde sus dos hijos se encuentran estudiando actualmente.