Vuelve a aparecer secta que representa una amenaza por sus principios apocalípticos
La secta Verdad Suprema (Aum Shinrikyo) sembró el terror en Tokio en 1995.
Más de dos décadas después de que la secta Verdad Suprema (Aum Shinrikyo) sembrara el terror en el metro de Tokio con gas sarín, los grupos que tomaron el testigo siguen atrayendo a fieles.
El gurú Shoko Asahara fue condenado a muerte, al igual que 12 discípulos, por este atentado que causó 13 muertos y más de 6.000 heridos el 20 de marzo de 1995.
La secta Aum, fundada en 1984 y que mezcla preceptos budistas e hinduistas con un trasfondo de visiones apocalípticas, sigue existiendo legalmente en un país con una larga tradición de fragmentación religiosa.
Fue rebautizada Alef, primera letra del alfabeto hebreo, y oficialmente se desmarcó de su anterior gurú en 2000. En realidad su influencia sigue siendo importante, afirman los servicios de inteligencia japoneses.
Alef "insta firmemente a sus discípulos a considerar a Asahara como un ser supremo", describe un investigador que pidió conservar el anonimato. "Si alguien dijera 'el gurú Asahara quiere demoler Japón', los discípulos pasarían a la acción", asegura, preocupado por el "peligro potencial" que plantea la secta.
Durante registros en los locales de la secta se encontraron grabaciones con los preceptos del "maestro" y dispositivos de Iniciación para la Salvación Perfecta (Perfect Salvation Initiation), que en realidad son unos cascos con electrodos que supuestamente emiten ondas cerebrales. 'Campo de batalla' Alef y otros grupos disidentes, que niegan cualquier vínculo con Asahara, cuentan con 1.650 miembros en Japón y otros cientos en Rusia.
Ocultando su verdadera identidad cada año atraen a unas 100 personas con la organización de clases de yoga, de adivinación y otras actividades anodinas. Su blanco predilecto son los jóvenes, que no se acuerdan del ataque de 1995.
"Las mujeres jóvenes acuden a sesiones de entrenamiento con sus hijos", cuenta el investigador. "Nosotros tememos que un número creciente de niños estén bajo la influencia de Aum".
Shoko Asahara tuvo cuatro hijas y dos hijos con su mujer Tomoko. La mayoría le son leales, pero una de sus hijas abandonó la secta en 2006 cuando tenía 16 años y cuenta haber vivido horrores, como la obligación de comer comida que contenía trozos de cerámica o permanecer casi desnuda en medio del frío.
"Era un entorno impensable en un Japón moderno. Tenía miedo de que me mataran si me rebelaba, siempre estaba tensa", declaró en un comunicado publicado el año pasado, sin revelar su nombre. "Es como si hubiera vivido en un campo de batalla durante 16 años".
"Espero realmente que ningún otro niño crezca en los grupos que sucedieron a Aum", insistía. ¿Nuevo gurú? Al comienzo de marzo Asahara cumplió 63 años.
"No celebramos para nada esa fecha", aseguró a la AFP Akitoshi Hirosue, vicedirector de la secta Hikarinowa (El círculo de la luz) en los locales del grupo situado en un barrio tranquilo de Tokio. "Es más, pensamos que Asahara debe ser ejecutado".
Hikarinowa fue creada en 2007, por iniciativa del exportavoz de Aum Fumihiro Joyu, deseoso de romper con el pasado de la secta. Cuenta con entre 100 y 150 miembros.
"Mientras no haya sido ejecutado, Asahara es visto como 'un salvador eximido de la ejecución' lo que ayuda a Alef a atraer discípulos", consideró recientemente Joyu.
Alef no ha respondido a la solicitud de entrevista de la AFP.
Taro Takimoto, un abogado que trabaja con familiares de los discípulos desde hace décadas, también es favorable a la aplicación de la pena capital para el gurú, pero no para los otros 12 miembros a los que considera completamente adoctrinados. "Para ellos Asahara era más que un Dios", dice.
"Deberíamos hacerles hablar (de su experiencia) hasta que mueran de muerte natural para impedir que se repita" semejante tragedia, estima. Si los ejecutan los convertirán en "mártires", advierte.
La muerte del gurú cerraría un doloroso capítulo en Japón, pero podría desencadenar una ola de suicidios entre sus fieles y conducir a la designación de un sucesor, añade el abogado. "Si su segundo hijo, cuando esté en posesión de las cenizas, se declara gurú, ganará autoridad religiosa", lo que abriría una nueva página.
Con información de AFP