Condenan a dos mujeres que alteraron sistema de su universidad para graduarse

Sin embargo, meses después, en medio de una auditoría se logró evidenciar que el sistema se encontraba alterado y que las dos estudiantes no habían aprobado el pensum que las hizo merecedoras de obtener el título que las certifica como profesionales.

Por estas razones el rector del centro de educación superior puso el caso en conocimiento de la Fiscalía, al considerar que las alumnas se burlaron de la institución e indujeron al error a las directivas.

Tras la investigación, se le dio la razón a la universidad y se acusó a las alumnas de los dos delitos por los que se exponían a pagar una condena de 37 meses de prisión. Sin embargo, previo al inicio del juicio, las exalumnas reconocieron su error, aceptaron los cargos y anunciaron su interés en llegar a un acuerdo con la justicia.

Este acuerdo fue avalado por el juez Segundo Penal del Circuito de Florencia (Caquetá) quien condenó a Ana Yesenia Silva Cuéllar y Sandra Milena Peña González a pagar una suma de $200.000 y las benefició con la suspensión de la medida privativa de libertad. 

La condena de las mujeres se dio luego de que en 2017 fueran capturadas junto a otras 22 personas, señaladas de hacer parte de una red que se dedicaban a alterar el sistema de notas y falsificar documentos para beneficiar estudiantes, a cambio de beneficios económicos.

Investigadores de la Fiscalía se encargaron durante varios meses de recolectar el suficiente material probatorio para demostrar las responsabilidades de los capturados en los hechos mencionados.

Fue a través del Grupo de Delitos Informáticos del CTI, Seccional Caquetá, que se logró detectar que tanto Yesenia Silva Cuéllar como Sandra Milena Peña ingresaron de manera abusiva a la plataforma de la institución, a través de un gestor de datos y sin utilizar el aplicativo de la Universidad de la Amazonía.

Una ingresaron a esta plataforma, las procesadas modificaron sus calificaciones, las cuales en realidad estaban por debajo de 3.0, logrando dejarlas por encima del promedio para obtener el requisito mínimo que les permitiera graduarse.

Pese a que en medio de la audiencia las jóvenes reconocieron su error y pidieron disculpas, deberán hacerlo de forma pública y sus títulos profesionales fueron cancelados de por vida.