¿Cuánto hay que ganar en Colombia para poder comprarse un Lamborghini?

Quizás uno de los elementos más llamativos después del rastreo financiero realizado por las autoridades fue un Lamborghini rojo por el que se pagó algo más de 300 mil dólares, es decir, cerca de mil millones de pesos colombianos. Los implicados trataron de justificar esta compra con la venta de una casa en el norte de Cali en el año 2016. 

Ante la multimillonaria cifra, que ha escandalizado a propios y extraños, La FM ha buscado la opinión de un experto en la comercialización de autos de alta gama que dio un panorama de la condición económica que debe tener la persona que quiera adquirir un carro como el Lamborghini de Jenny Ambuila.

En diálogo con La FM, Daniel Martínez, reseller de Jaguar Land Rover Colombia, mencionó inicialmente que es casi imposible encontrar autos Lamborghini en Colombia. "Los que hay en el país, no más de dos, los han mandado traer porque acá no hay concesionarios de este exclusivo fabricante de automóviles". 

Según expone Martínez, para poder adquirir un carro de 1.000 millones de pesos, un comprador tiene que tener en su cuenta, por lo menos, $10.000 millones.

El experto destaca que, en el país, un comprador podría destinar cerca del 10 % de lo que tenga registrado como capital, por lo que es necesario demostrar la existencia de los $10.000.000.000, teniendo en cuenta el valor ya mencionado. 

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¿Cuál sería la cuota mensual para comprar un Lamborghini?

Si un comprador colombiano quisiera tener un vehículo de este tipo y quisiera pagarlo, por ejemplo, a 36 meses, tendría que alistar su bolsillo para pagar cuotas mensuales que oscilarían entre los 38 y 40 millones de pesos, incluyendo el seguro del Lamborghini.

De igual forma, considerando las políticas para aprobación de créditos, la seguridad financiera del comprador y la estabilidad requerida para meterse en un gasto de tipo, el colombiano que pretenda hacerse a un Lamborghini deberá ganar entre 400 y 500 millones de pesos mensuales, cifra que se encuentra fuera del alcance de cualquier ciudadano y que da una idea del tamaño del ilícito cometido por Ómar Ambuila. 

Es importante recordar que este auto no fue el único lujo que se dio Jenny Ambuila, hija del funcionario de la Dian. También se conoció que estudiaba en una de las más reconocidas y prestigiosas universidades en Estados Unidos, viajaba constantemente, recibía giros en dólares y asistía a los más famosos festivales de música electrónica en el mundo.

La Fiscalía General de la Nación estableció que los millonarios dividendos se ocultaron a través de la constitución de empresas fachada o fueron girados a sus familiares para que adquirieran bienes y servicios que superarían su capacidad económica.

“Por ejemplo, estaría demostrado que los dos funcionarios no tenían salarios superiores a los 6 millones de pesos; sin embargo, registraron ingresos y compras por montos muy superiores, de los que nunca ha existido claridad sobre su origen”, dijo Andrés Jiménez, delegado contra las Finanzas Criminales de la Fiscalía General.