Fiscal Martínez reconoce sistematicidad pasiva en asesinato de líderes comunales
Néstor Humberto Martínez señaló que el 'Clan del Golfo', el ELN y 'Los Caparrapos' son los grupos que más atentan contra los líderes.
El fiscal general Néstor Humberto Martínez afirmó que los líderes de las Juntas de Acción Comunal son los que más han sido víctimas de atentados y amenazas por parte de grupos ilegales.
Martínez aseguró que según el reporte de los organismos de seguridad, estas personas representan el 50% de los líderes afectados en el país, por lo que sí es posible hablar de una “sistematicidad pasiva”.
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“Desde el punto de vista de una teoría que podría constituirse en una sistematicidad pasiva, habría que decir que la mayor afectación de produce en relación con miembros de Juntas de Acción Comunal y comunales”, indicó Martínez Neira.
“Esa afectación la producen particularmente organizaciones criminales tales como los grupos armados organizados residuales, el ELN, el 'Clan del Golfo' y 'Los Caparrapos' también”, añadió.
Sostiene además que también se puede hablar de “sistematicidad activa” en cuanto a los autores de estos crímenes, ya que son las mismas organizaciones las responsables de estos hechos.
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Martínez también aclara que no existe, como sí lo hubo en los años 80, una sistematicidad que pueda involucrar agentes del Estado.
La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez afirmó por su parte que ha sido difícil brindar una protección adecuada a las Juntas de Acción Comunal, debido a la gran cantidad de personas que pertenecen a ellas.
“Hay más 62 mil Juntas de Acción Comunal registradas en el país, y hay alrededor de 4 millones de líderes adscritos a esas juntas, por la que el escenario de protección es bastante complejo”, reconoció.
Sin embargo, el Gobierno y Fiscalía garantizaron que no habrá impunidad en el asesinato de líderes sociales.
Según el fiscal Martínez, el Estado ha logrado el esclarecimiento del 53% de los casos de homicidio que se han presentado, mientras que el ministro de Defensa, Guillermo Botero, sostiene que ya están georeferenciados los 238 episodios de violencia que han ocurrido contra los defensores de derechos humanos.