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Francisco Javier Ricaurte, salpicado en escándalo de corrupción, busca silla en la JEP

El expresidente de la Corte Suprema de Justicia aparece mencionado por la Fiscalía en conversaciones filtradas.

Publicado:
Actualizado:
Miércoles, Agosto 16, 2017 - 03:37
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Francisco Javier Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema de Justicia / Foto de Colprensa

El exmagistrado Francisco Ricaurte, salpicado en el escándalo de corrupción, ya pasó el primer filtro para ser magistrado de la Jurisdicción Especial de Paz.

En su hoja de vida, publicada en la página del comité de escogencia, señala que dentro de las razones para aspirar al cargo está que “existe un déficit de derechos y también de justicia en el país, entre muchas otras razones, porque el ordenamiento jurídico se creó de espaldas a una realidad evidente, esto es la de la existencia del conflicto interno armado”.

Hay que recordar que en 2014 la Sala Plena del Consejo de Estado anuló su elección como magistrado del Consejo Superior de la Judicatura por el caso que se ha conocido como puerta giratoria.

Francisco Javier Ricaurte es investigado porque supuestamente cobró sobornos por ayudas en procesos relacionados con congresistas. La Fiscalía General de la Nación, en su comunicado, aclara que en las “evidencias referidas” se mencionan hechos relacionados con procesos ante la Corte Suprema de Justicia contra “aforados constitucionales”.

“En las conversaciones, el abogado Pinilla menciona los nombres de los aforados Hernán Andrade, Musa Besaile y Luis Alfredo Ramos, entre otros, y el de los exmagistrados José Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte”, precisa la comunicación.

Consulte aquí: José Leonidas Bustos y Francisco Javier Ricaurte, los expresidentes de la Corte investigados por corrupción

Este es el argumento de Francisco Javier Ricaurte para aspirar a la JEP

"Existe un déficit de derechos y también de justicia en el país, entre muchas otras razones, porque el ordenamiento jurídico se creó de espaldas a una realidad evidente, esto es la de la existencia del conflicto interno armado y fue ese quiebre el que permitió que se produjera un relato judicial parcialmente ajeno a lo que en la sociedad estaba ocurriendo, aquí el derecho, como ciencia, no tuvo la capacidad de ser omnicomprensivo y limitó su posibilidad de acción, pero por sobre todo de justicia.

Es bajo ese entendido que estimo que el papel que en este momento tiene la jurisdicción especial para la paz es el de reactivar su cariz restaurador, no solo para hacer frente a la verdad del conflicto, sino para servir de argamasa en los distintos órdenes de la vida social, debe servir para despenalizar el debate del conflicto, en la medida en que el derecho penal ataca fundamentalmente el resultado, y que un énfasis excesivo en perfiles en esa materia no contribuirá a abrir otro tipo de discusiones también relevantes, como la de la propiedad privada con función social, en términos civiles, o la de la reparación del movimiento sindical, el ejercicio del derecho de protesta, las restricciones que aún persisten en el derecho del trabajo para la negociación, creadas por un entendimiento equivocado de los sujetos que allí participan, y en la que ha hecho efecto la concepción del concepto de enemigo interno.

Así que múltiples significados tiene para mí postularme ante el Tribunal Para la Paz, de un lado la férrea convicción de que la paz es una construcción de todos y todas, que requiere legitimación y compromiso, pero también la acción para ampliar el canon democrático y superar la fase de violencia".

Vea aquí la hoja de vida publicada por Ricaurte en el portal del Comité de Escogencia