General (r) Torres Escalante busca enfrentar juicio por falsos positivos en libertad
El movimiento de Escalante para este fin será instaurar una tutela. El oficial pide que sea revocada la recaptura en su contra.
La defensa del general retirado, Henry Torres Escalante, interpuso una acción de tutela ante la Corte Suprema de Justicia para buscar que pueda enfrentar en libertad el juicio en su contra por el escándalo de los falsos positivos.
En la tutela, el oficial pide que sea revocada la recaptura en su contra ordenada por el Tribunal Superior de Yopal, al considerar que se trata de una medida "desfavorable, injusta y excesiva".
En este caso, la Fiscalía investiga al oficial por su presunta participación en la ejecución de un campesino y su hijo, menor de edad, presentados como guerrilleros abatidos en combate.
"Esperamos que el general (r) Torres Escalante pueda probar su inocencia estando en libertad, porque ninguno de los fines de la medida de aseguramiento puede sustentarse en la actualidad", señaló Jaime Granados, abogado del general, que agregó: "La aplicación de la Jurisdicción Especial para la Paz y sus normas, al menos en lo que a los militares respecta, sigue en absoluta incertidumbre".
Granados hizo énfasis en que durante la etapa de juzgamiento, el general aceptó voluntariamente la competencia de la Jurisdicción Especial para la Paz, manifestación que no puede confundirse con una aceptación de responsabilidad sino de la competencia de los órganos que la componen y la aplicación de un procedimiento especial que, se supone, ofrece suficientes garantías para el proceso.
En su momento, la Fiscalía llamó a juicio a Torres Escalante por presuntamente haber ordenado la ejecución extrajudicial de los campesinos Daniel Torres y su hijo, Julio Torres, en hechos registrados en la finca El Triunfo en el municipio de Aguazul (Casanare) el 6 marzo de 2007.
En el escrito de acusación, la Fiscalía citó a un grupo de testigos, entre los que se encuentran varios integrantes de la Brigada XVI del Ejército con sede en Yopal, quienes aseguraron que el general había planeado la incursión a la finca y el asesinato de estas dos personas para presentarlos como guerrilleros del ELN.
El plan, según señalaron los testigos, tenía como finalidad silenciar a los dos jornaleros, quienes eran testigos en otros casos de "falsos positivos" en los que habrían participado otros integrantes del Ejército Nacional en la región. Los militares señalaron que habían recibido instrucciones precisas a la hora de ejecutar esa acción por parte del general Torres.