Imputarán cargos a sacerdotes señalados de dispararle a un policía en medio de tragos
Los religiosos serán judicializados por dos delitos.
La FM conoció que un fiscal delegado citará en los próximos días para que respondan en audiencia de imputación de cargos, a los dos sacerdotes sindicados de dispararle a un policía en hechos ocurridos en el sur de Bogotá.
La investigación está siendo coordinada por una fiscalía adscrita a la seccional de Bogotá, que tiene previsto judicializar a los dos religiosos por su presunta responsabilidad en los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas de fuego.
Asimismo, el fiscal a cargo del caso está recopilando abundante material probatorio que será presentado ante el juez de control de garantías para solicitar en una nueva audiencia la respectiva medida privativa de la libertad en contra de los sacerdotes.
En contexto: Sacerdote, en medio de tragos, le disparó a un Policía en Bogotá
En desarrollo de esta investigación, la fiscalía delegada está atenta a la evolución de salud del uniformado quien se encuentra bajo pronóstico reservado en la clínica de la Policía Nacional.
Los hechos investigados se presentaron el pasado 29 de abril sobre la 1:30 de la madrugada, cuando varios uniformados de la Policía realizaban labores de patrullaje sobre la carrera 15 este con calle 73 sur en el barrio Juan Rey, de la localidad de San Cristóbal, y llegaron hasta el lugar donde se habrían escuchado detonaciones de arma de fuego.
La Fiscalía estableció que otros uniformados ingresaron a la casa cural de la Iglesia del barrio Juan Rey y observaron a los dos sacerdotes, identificados como Miguel Ángel González Joya y Frank Castro Guzmán, quienes se encontraban manipulando al parecer dos armas de fuego y observaron a uno de sus compañeros herido.
De acuerdo con las indagaciones, uno de los sacerdotes habría manifestado que el otro religioso le propinó una herida de arma de fuego al uniformado, por lo que fueron detenidos mientras el policía se trasladó a un centro de atención especial por su delicado estado de salud.
Los informes preliminares indican que los sacerdotes implicados en este caso habrían consumido licor con el uniformado herido.
Sin embargo, un juez de control de garantías declaró ilegal la captura en primera instancia, porque ese procedimiento no fue reportado en el informe de detención en flagrancia por parte de los policías.
Ante esta situación, el juez ordenó la libertad de los dos sacerdotes lo que impidió que la Fiscalía formulara la respectiva imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, en ese momento.