Pablo Escobar: ¿Cómo se dio su fuga de la prisión ‘La Catedral’?
El capo solicitó su reclusión en la cárcel La Catedral, en Envigado, lugar donde vivió y lo adecuó a su propio gusto.
El 21 de julio de 1992 se produjo la fuga de Pablo Escobar de la cárcel La Catedral, ubicada en el municipio de Envigado. Este hecho se convirtió en un episodio vergonzoso para el sistema penitenciario colombiano; además, fue considerado como la mayor burla que recibió el Gobierno del entonces presidente César Gaviria.
El propio jefe del Cartel de Medellín se entregó voluntariamente a las autoridades, a pesar de estar privado de la libertad transformó el centro donde estaba recluido en una verdadera mansión donde podía vivir a su propio gusto. ¿Cómo se dio la fuga de uno de los narcotraficantes más peligrosos en la historia de Colombia?.
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El 19 de junio de 1991 Pablo Emilio Escobar Gaviria se sometió a la justicia colombiana con tal de no ser extraditado a Estados Unidos. El capo impuso sus propias condiciones para cumplir su condena, ya que terminó recluido en La Catedral, una prisión que estaba en la vereda del mismo nombre en el municipio de Envigado.
Esta prisión, que anteriormente era un centro de rehabilitación para drogadictos, se transformó en un lugar moldeado al antojo de Escobar, más adelante se supo que la cárcel fue mandada a construir por el propio capo sobre un lote que era de su propiedad.
Aún en prisión, Pablo Escobar seguía haciendo de las suyas, en el interior del penal vivía como un rey y allí podía sobornar a soldados, suboficiales y oficiales que se encargaban de vigilar La Catedral para vivir con toda clase de lujos, fiestas y excesos.
Escobar llevaba algo más de un año en la cárcel cuando César Gaviria se enteró que seguía delinquiendo en prisión, por lo que ordenó el traslado del narcotraficante a una base militar donde debía ser fuertemente custodiado. Para ello, designó a Eduardo Mendoza, viceministro de Justicia, y al coronel Hernando Navas Rubio, quien era el director de Prisiones (hoy en día INPEC), para coordinar esta misión.
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Sin embargo, el capo tomó como rehenes a los dos funcionarios cuando se iba a efectuar su traslado. Este fue el punto de inicio para que planeara su fuga de La Catedral, la cual tuvo lugar el 21 de julio de 1992.
Escobar y sus hombres logran huir luego de patear uno de los muros traseros de la cárcel, el cual estaba hecho de yeso. La neblina que había en el sitio y la famosa Hora Gaviria, en referencia a la crisis energética que vivió el país ese año, facilitaron la huida del capo, de su hermano Roberto de Jesús y de nueve terratenientes que estaban a su servicio.
Por otra parte, se habían trasladado a La Catedral altos mandos del Ejército y fuerzas armadas especiales con el objetivo de garantizar la seguridad de los rehenes y de frenar a Pablo Escobar. Sin embargo, descubrieron que él ya no estaba dentro de la prisión.
Mendoza y Navas fueron rescatados tras los hechos, donde un suboficial de prisión perdió la vida. Además, cinco hombres cercanos a Pablo Escobar fueron detenidos y otros once resultaron heridos.
El libro “La fuga de Pablo Escobar”, del escritor Rafael Ballén, relata que la fuga se produjo sobre las 11:20 de la noche de aquel 21 de julio.
Luego de estos hechos, el presidente Gaviria ordenó el Bloque de Búsqueda donde Pablo Escobar fue abatido en Medellín el 2 de diciembre de 1993.