Revelan más detalles sobre hombre que agredió con hacha a su pareja
El agresor se mostraba como un hombre religioso y trabajador, pero de un momento a otro todo cambió.
El pasado fin de semana, la agresión que sufrió Ángela Ferro con un hacha en la cabeza en su vivienda del barrio El Redil, en la localidad de Usaquén, por parte de su pareja sentimental, conmocionó a Colombia.
Días después del hecho, allegados a la víctima han dado a conocer detalles de la relación que mantenían, así como de la vida de Miguel Camilo Parra, el agresor de la mujer que se recupera en el hospital Cardio infantil de Bogotá de las siete heridas que le ocasionó en la cabeza, en presencia de su hijo de 12 años.
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Óscar Salazar, amigo de la víctima, reveló que Parra era violento y tenía una obsesión con la moda lumbersexual, que hace referencia al aspecto de un leñador norteamericano.
Asimismo, el agresor de 28 años de edad tenía una colección de hachas de diferentes tamaños, y habría sido con la más pequeña de ellas con la que hirió a la joven de 30 años.
“Yo creo que se obsesionó con la serie de ‘Vikingos’, Miguel se creía un vikingo, él no es del color en el que sale en las fotos, él es más moreno, pero las blanqueaba”, aseguró Salazar en diálogo con Infobae.
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Según el amigo de Ángela, ella conoció a Parra a través de la aplicación Tinder y desde entonces entablaron una relación que completó ocho meses, de los cuales seis vivieron juntos.
El agresor se mostraba como un hombre religioso y trabajador, incluso asistía a una iglesia cristiana llamada El rebaño de lobos, pero de un momento a otro todo cambió y comenzaron las agresiones.
Aparentemente, la decisión de acabar la relación fue el detonante para que Parra la agrediera en siete oportunidades con un hacha, aquella madrugada del 17 de octubre.
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Parra trabajaba en un ‘call center’ bilingüe y vendía productos para mascotas a través de internet. Actualmente tiene una orden de captura y deberá responder por los delitos de tentativa de feminicidio y violencia intrafamiliar, lo que le podría dar una pena de más de 30 años en la cárcel.