Tribunal deja en firme condena contra patrullero por homicidio de Diego Felipe Becerra
Sin embargo, la inhabilidad para ejercer cargos públicos se redujo a 20 años.
El Tribunal Superior de Bogotá en una decisión de segunda instancia dejó en firme la sentencia condenatoria de 37 años y 6 meses de cárcel contra el patrullero de la Policía Nacional, Wilmer Antonio Alarcón por el homicidio del grafitero Diego Felipe Becerra.
El magistrado Jairo José Agudelo Parra ratificó la condena de primera instancia emitida por el Juzgado 33 Penal de Conocimiento de Bogotá, contra el uniformado como autor del delito de homicidio en circunstancias de agravación, por ser cometido en estado de indefensión en contra de un menor de edad.
Los hechos materia de la decisión ocurrieron pasadas las 9 de la noche el 19 de agosto de 2011 en el sector de Pontevedra, norte de la capital del país, en donde un grupo de policías perseguía a unos ladrones de acuerdo con la denuncia hecha por unas personas víctimas de hurto en el sector.
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Al mismo tiempo, unos grafiteros, quienes pintaban una pared en ese lugar, corrieron porque creyeron que los uniformados, como era costumbre, les quitaban las pinturas en aerosol y algunos accesorios que les sirven para la elaboración de las imágenes.
En desarrollo del juicio el testigo de la Fiscalía, David Santiago Charid, quien iba corriendo al momento de los hechos, declaró: “Terminamos de hacer un Gato Félix en una pared cuando vimos a los policías persiguiéndonos, salimos huyéndoles porque algunas veces nos golpean y nos quitan las cosas”.
La Fiscalía constató que sí hubo un grafiti del Gato Félix hecho minutos antes del homicidio.
Además, los exámenes elaborados por los peritos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses no determinaron la presencia de antimonio, plomo o bario, es decir, que la víctima no portaba ningún tipo de arma blanca o de fuego como lo quisieron hacer ver los uniformados al colocar un arma tipo Sterling de color cromado y de calibre 22 largo.
Según quedó en los registros forenses, Diego Felipe Becerra murió como resultado de un impacto de arma de fuego a menos de un metro y medio de distancia, lo que hizo prever que estaba indefenso y no tuvo manera de esquivar el disparo.
La Fiscalía Delegada a lo largo del proceso interrogó a 37 testigos, divididos en cuatro grupos de especialistas, con el fin de corroborar los resultados de las pruebas hechas a cada uno de los elementos materiales y establecer el estado en que fue encontrada la víctima, la posición y objetos que rodearon los hechos materia de la investigación judicial.
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Asimismo, se logró establecer que las prendas de vestir que portaba Becerra, sí tenían rastros de las pinturas utilizadas en la elaboración de los grafitis hechos con pintura atomizada o vaporizada minutos antes de su muerte.
También fueron aportadas grabaciones de video, obtenidas de los conjuntos residenciales del sector, en las que se muestra a la víctima elaborando las imágenes.