Tumban el IVA de la copa menstrual
La Corte Constitucional tomó la decisión con una votación de ocho a cero.
Con una votación ocho a cero, la Sala Plena de la Corte Constitucional acogió los argumentos de una demanda que pedía tumbar el IVA de la copa menstrual por ser un producto de primera necesidad para las mujeres en su higiene personal.
La demanda contra el artículo 188 de la Ley 1819 de 2016 “por medio de la cual se adopta una reforma tributaria estructural”, reabrió el debate al interior de la Corte dado a que en el 2018 ya había tomado una decisión que eliminó el IVA de los tampones y las toallas higiénicas, por ser un producto de primera necesidad.
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Para tomar la decisión la Corte tuvo en cuenta varios conceptos de organizaciones no gubernamentales y la Procuraduría General de la Nación que le explicaron a la Corte los beneficios tanto económicos, como ecológicos del producto.
La Procuraduría dijo que sostener el IVA en ese producto para la higiene femenina podría catalogarse como una: “dosis de regresividad al sistema tributario y una medida impositiva que podría afectar el mínimo vital y la salud de las mujeres con menor capacidad adquisitiva, porque les impone barreras tributarias en el acceso de nuevas tecnologías (más seguras) para el manejo de la higiene menstrual”.
“Se ha demostrado que la copa tiene mayores beneficios en términos de salud, medio ambiente y economía. En efecto, la copa cuesta menos del 10% del costo total de cualquiera de los productos desechables de higiene femenina, siendo por lo tanto mucho más rentable; (…) mientras una mujer tendrá que pagar más de $200.000 pesos al año en toallas o tampones, solo tendrá que pagar $60.000 a $80.000 pesos (IVA incluido) por una sola copa que puede durar hasta 10 años”, se lee en el concepto de la Procuraduría.
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Las organizaciones como la Mesa por la Vida y la Salud de Las Mujeres y la Fundación Oriéntame, explicaron que el uso de la copa menstrual podría contribuir a esa higiene en lugares donde el agua potable es escasa, dado a que se desocupa cada cuatro o 12 horas dependiendo del cuerpo de cada mujer.