“El secuestro no se acaba el día de la liberación": Íngrid Betancourt
"Cambia nuestra forma de ser, de ver el mundo y comunicarse con el otro".
La excandidata presidencial colombo-francesa Íngrid Betancourt afirmó que “el secuestro es el peor de los crímenes porque los une a todos, es el descuartizamiento de la dignidad, la usurpación del nombre y de la voz, es la anulación del ser humano, es al final de cuentas, una tortura".
Al participar en el espacio de Contribución de la Verdad ante la Comisión de la Verdad 'Reflexión Ética y Política del Secuestro', Betancourt contó el padecimiento que sufrió durante casi siete años en cautiverio por parte de las Farc. Enfatizó en que el secuestro cambia para siempre la vida y la forma de relacionarse de las víctimas por las secuelas que deja.
“No se acaba el día de la liberación, no tiene fecha de vencimiento, porque es una realidad que se vuelve casi una realidad genética del secuestrado. Cambia nuestra forma de ser, de ver el mundo y comunicarse con el otro”, dijo la excandidata presidencial.
Acotó que "el secuestro es el asesinato de la identidad porque la persona muere lentamente, y si tiene la suerte de ser liberada, cuando sale viva de ese calvario, se da cuenta de que es otra persona".
Así mismo, Ingrid Betancourt criticó a los integrantes de la cúpula del partido FARC por no contar la verdad y tratar de maquillar con eufemismos lo que hicieron.
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“Ellos, no todos, tienen una inmensa dificultad en decir que fue un secuestro lo que hicieron y no una retención; algunos tienen la capacidad de maquillar la verdad. Por ejemplo, han dicho que a mí se me puso una cadena en el cuerpo como forma de protegerme para que no muriera en la selva si intentaba escapar. Les queda muy difícil reconocer que lo que hicieron fue ponerme una cadena como un animal. Ellos me tenían ahí para ser una cosa canjeable, para disponer de mi vida”, relató la exdirigente política.
Betancourt concluyó que, para los jefes de la extinta guerrilla de las Farc, “la toma de conciencia pasa por la negación. Para ellos tiene que ser muy violento verse en el espejo del posacuerdo para darse cuenta de que todos esos abusos amparados supuestamente en el conflicto ideológico, todo eso con lo cual trataron de maquillar el horror hoy en día eso se cayó”.
Horas después de estas reflexiones de Ingrid Betancourt ante la Comisión de la Verdad, los ex comandantes del antiguo secretariado de las Farc reconocieron por primera vez que cometieron ese delito y pidieron perdón público "a todas nuestras víctimas del secuestro y a sus familias".