Vargas Lleras, en contra del proyecto de impuesto solidario
La iniciativa, encaminada a financiar la propuesta de renta básica, fue radicada por la oposición.
Cada vez más surgen críticas al proyecto de ley impulsado por la oposición, con el cual se pretende implementar un impuesto solidario para financiar las ayudas que el Gobierno debe entregar a las familias afectadas por la pandemia.
El exvicepresidente Germán Vargas Lleras, en su habitual columna semanal del diario El Tiempo, no dudo en advertir que esta iniciativa atenta contra “toda forma de producción y organización privada”.
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Según Vargas Lleras, quienes apoyan esta propuesta, están viendo a las empresas como un enemigo que debe ser derrotado, lo cual es un error enorme.
“La receta de la reforma no podía ser más nefasta: se restablece el impuesto al patrimonio como un tributo permanente con tasas progresivas hasta del 6 %; se eleva el impuesto a los dividendos del 10 al 20 %, con lo cual la tarifa de renta combinada superará el 45 %; se reduce al 15 % el descuento del IVA para compra de activos fijos, que hoy es del 100 %; se limita sin justificación al 20 % del impuesto de renta el valor de los descuentos tributarios, a lo que se suma la eliminación total de la deducibilidad de los impuestos que pagan las empresas, entre muchas otras medidas”, indica.
El dirigente político y jefe natural del partido Cambio Radical, aseguró que el impuesto al patrimonio está mandando mensajes negativos para las personas que quieren hacer empresa en nuestro país.
“Gracias a este impuesto, nuestro país ocupó por años uno de los últimos lugares en el ranquin de competitividad, con tasas de tributación por encima del 75 %. ¿Cómo explicarles a los firmantes de la iniciativa que las empresas no son ricas ni pobres y que no pueden gravarse con tarifas diferenciales, como a las personas naturales?”, añade.
Germán Vargas Lleras afirmó que le preocupa que este proyecto, que afecta el empleo y perjudica a las empresas, tenga el respaldo de alrededor de 50 congresistas.
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“Una política pública de la izquierda más ortodoxa que ha visto en esta crisis una oportunidad para suprimir toda actividad empresarial y económica no estatal (…) va en la dirección contraria: ahogar, destruir, reducir espacios, confiscar, sancionar. Muchos de los firmantes se equivocaron de enemigo; los líderes de la iniciativa, seguro que no”, sostuvo.
El presidente Iván Duque también rechazó este proyecto advirtiendo que no se puede, con demagogias, jugar con el futuro económico del país en momentos en que es necesario reactivar el crecimiento y mejorar el marco fiscal de mediano plazo.