Breadcrumb node

Estas son las razones por las que no se debería poner imanes en la nevera

Muchas personas decoran su nevera con imanes, sin embargo, lo que no saben es que esto puede afectar su funcionamiento.

Publicado:
Actualizado:
Martes, Septiembre 10, 2024 - 21:39
Neveras con imanes
Uno de los principales problemas que puede surgir al poner imanes en la nevera es la posible interferencia electromagnética.
Pexeles

Es común ver neveras adornadas con imanes de viajes, recuerdos y notas importantes, pero lo que pocos saben es que esta práctica podría estar afectando el funcionamiento de tu electrodoméstico. Aunque colocar imanes en la puerta del refrigerador parece inofensivo, existen razones por las cuales deberías reconsiderar esta costumbre.

Razones por que no se debería poner imanes en la nevera

Uno de los principales problemas que puede surgir al poner imanes en la nevera es la posible interferencia electromagnética. Los imanes generan un campo magnético que, en algunos casos, puede interferir con los sistemas eléctricos internos del electrodoméstico. Esto puede afectar el termostato o los sensores de temperatura, haciendo que el refrigerador no funcione de manera óptima y, en consecuencia, consuma más energía de la necesaria.

Lea también: La estafa con el iPhone 16 que está dejando en ceros las cuentas bancarias de las víctimas

Nevera con imanes
Los imanes pueden ocasionar un deterioro en el recubrimiento externo de la nevera.
Pexeles

Asimismo, las neveras de última generación que tengan sensores en la parte frontal de la puerta que podrían verse alterados por los imanes. Los campos magnéticos que generan estos objetos decorativos pueden interferir con el correcto funcionamiento de los paneles o componentes que requieren automatización digital. Aunque en un principio los fallos pueden ser casi imperceptibles, con el tiempo pueden afectar el rendimiento del electrodoméstico. 

Esta interferencia se debe, en gran medida, a los materiales utilizados en la fabricación de los imanes, como el neodimio, conocido por ser uno de los elementos más potentes empleados en imanes permanentes.

  1. Posible impacto en la eficiencia energética

Aunque los imanes no afectan directamente el rendimiento del motor, existe la posibilidad de que, al colocar demasiados imanes o colgantes pesados en la puerta, esta no cierre adecuadamente. Esto puede provocar que el frío escape, obligando al refrigerador a trabajar más para mantener la temperatura interna. Este esfuerzo adicional se traduce en un mayor consumo de energía y, a largo plazo, en un aumento en la factura eléctrica.

Nevera con imanes
Es común ver neveras adornadas con imanes de viajes, recuerdos y notas importantes.
Pexeles
  1. Deterioro de la pintura o el recubrimiento

Además de los rayones, los imanes pueden ocasionar un deterioro en el recubrimiento externo de la nevera. La acumulación de polvo y humedad detrás de los imanes puede provocar que la pintura se desprenda con el tiempo, lo que, además de afectar la estética, puede reducir la protección de la superficie frente a la oxidación.

De interés: Sony sorprende a los fans de la fiesta con un dispositivo que lleva a otro nivel el poder de la música

¿Cuál es el electrodoméstico que más gasta energía así este apagado?

Un reciente informe ha revelado un dato sorprendente en el marco de la creciente preocupación por el ahorro energético y la reducción de la huella de carbono en los hogares: el televisor es el electrodoméstico que más energía consume, incluso cuando está apagado.

Este fenómeno se debe a que muchos televisores continúan utilizando electricidad en modo de espera o "standby", que permite que el aparato se encienda rápidamente o mantenga funciones básicas, como la recepción de señales del control remoto. Aunque no esté en uso activo, este consumo puede pasar desapercibido, pero es significativo a largo plazo.

De acuerdo con un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los televisores más modernos, en especial los de pantalla plana, pueden consumir entre 10 y 20 vatios en modo de espera. Aunque esta cifra parezca baja, se acumula con el tiempo. Un televisor que permanece en standby las 24 horas del día puede llegar a consumir entre 7 y 15 kWh al mes, lo que representa un porcentaje notable del gasto energético del hogar y, en consecuencia, un aumento en la factura eléctrica.

Fuente:
Sistema Integrado Digital