Crisis del sistema SITP se agudiza y reporta pérdidas de más de 176 mil millones de pesos
Esto se debe a factores como problemas en la división de la demanda y a que no se ha dado el cambio esperado en el parque automotor.
La crisis del sistema de transporte SITP es notoria, las múltiples quejas de los usuarios ha llamado la atención de especialistas que estudian las razones por las cuales se agudiza esta problemática y empeora factores determinantes de Bogotá como la movilidad, la contaminación y la poca efectividad en el transporte de pasajeros.
El profesor César Ruíz fue uno de los especialistas consultado por el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, tras las alarmantes declaraciones del vocero de los operadores del SITP sobre la crisis financiera que enfrentan estos trabajadores, asegurando que se hace urgente una reingeniería financiera tanto al componente zonal como al sistema en su totalidad, incluyendo el Transmilenio.
Según este análisis, si bien Transmilenio no tiene problemas financieros, los buses azules del SITP sí están pasando por una crisis económica.
Por otro lado el experto Ruíz explicó que esto también se relaciona con que "los empresarios tienen poca experiencia como transportadores y ha faltado una acción definida por parte del Distrito para promover ese medio de transporte", explicó.
Ya que la cantidad de pasajeros movilizados y los ingresos por pasajes no cubren los costos, el sistema ha ido gradualmente registrando pérdidas, a ello se suma que el Distrito ha decidido no generar transferencias a los operadores para cubrir el déficit.
Al respecto, el docente Ruiz señaló que “si el Distrito tomó la decisión política de no hacer salvavidas financieros, igualmente la presión para que el que el sistema colapse es muy alta”.
La situación financiera de los concesionarios del SITP reportan pérdidas por 254.169 millones de pesos en 2015 a 176.698 millones de pesos en 2016, según el estudio.
En este sentido, considera que la solución está en convocar una reunión en la que participen tanto las organizaciones locales y el Gobierno Nacional como el sector financiero, a quien el sistema adeuda casi 3,7 billones de pesos.