Los cinco Conpes detrás del metro de Bogotá
El primero de ellos fue suscrito en 1998, curiosamente cuando el alcalde era Enrique Peñalosa y el presidente de la República, era Andrés Pastrana Arango.
El Conpes del 25 de septiembre, con el que se declaró como de importancia estratégica para la Nación, el metro de Bogotá, no ha sido el primero en realizarse para impulsar esta alternativa de transporte masivo para la capital del país.
Han sido 5 los documentos que se han suscrito en los últimos 19 años, con la esperanza de que los bogotanos puedan, por fin, montar en metro.
El primero de ellos fue suscrito en 1998, curiosamente cuando el alcalde era Enrique Peñalosa y el presidente de la República, era Andrés Pastrana Arango.
En este Conpes se señaló que "la construcción de la Primera Línea Metro –PLM- constituye una primera fase en la conformación de un sistema de metro, con un total de 3 líneas, a ser desarrolladas por etapas, para adaptar la capacidad ofrecida al crecimiento de la demanda y al crecimiento de las zonas de expansión".
Se esperaba que el metro tuviera una longitud de 29.34 Km y 23 estaciones de pasajeros, entre el terminal de Puerto Amor en Engativá y el patio/taller de Tintalito.
"También que el diseño inicial del corredor férreo comprende 21.7 km elevados, km a nivel y 6.6 km subterráneos. Incluye así mismo dos patios de mantenimiento y reparación de equipos, el equipo rodante, los sistemas de transmisión de energía, equipos de señalización y telecomunicaciones", se indicó en este documento en el que se buscaba impulsar la construcción del metro.
Dos años después, en el nuevo siglo, (15 de septiembre del 2000), se realizó el Conpes 3093, también durante la administración de Andrés Pastrana y Enrique Peñalosa. En él "se identificó el impacto fiscal y el financiamiento de la Primera Línea Metro- PLM - como dos aspectos fundamentales para el análisis de la participación de la Nación en el proyecto y estableció que el desarrollo de la iniciativa “no puede generar presión fiscal ni financiera sobre el gobierno central".
Se señala en este Conpes que "se estimó para los 10 años previstos de construcción, una participación promedio de la inversión, en el gasto anual, cercana al 14% de la inversión total del gobierno central y al 21% de la inversión de libre destinación (excluyendo las inflexibilidades o inversiones forzosas)".
Sin embargo se hace la salvedad que "la situación fiscal que ha enfrentado el Gobierno desde agosto de 1998 hasta el presente, acentuado por la financiación de la reconstrucción del eje cafetero, la capitalización y el fortalecimiento patrimonial de la banca pública, la reliquidación de los créditos hipotecarios, los efectos fiscales de algunos fallos judiciales y los costos derivados de la situación de orden público exigen esfuerzos fiscales adicionales a los previstos. Lo anterior hizo necesario el estudio, en forma conjunta con el Distrito, de otra alternativa de sistema de transporte público urbano".
Con ello se posponía la idea de construir un metro para la capital del país y salía a flote la alternativa del Transmilenio.
Una década
El tercer Conpes, el número 3677, se adelantó el 19 de julio del 2010, 10 años después, cuando agonizaba el segundo gobierno de Álvaro Uribe y el alcalde de Bogotá era Samuel Moreno, recordado por el escándalo del carrusel de obras en la capital del país.
En este documento se recopiló y evaluó los avances de las propuestas para el Sistema Integrado de Transporte Público—SITP, TransMilenio, Primera Línea de Metro de Bogotá, y Tren de Cercanías para Bogotá y la Sabana, y establece las condiciones técnicas, financieras e institucionales para implementar cada proyecto como parte de la solución integral a los problemas de movilidad del Distrito y la Región Capital.
"Los estudios realizados por el Distrito proponen un orden de construcción de las líneas que componen la propuesta Red de Metro para Bogotá, articuladas en algunos casos con las líneas del Tren de Cercanías, con base en una evaluación multicriterio", se señala en este documento.
El cuarto Conpes (3882) fue hecho en enero de este año, durante el segundo mandato del presidente Juan Manuel Santos, y cuando repitió Enrique Peñalosa como burgomaestre de los capitalinos.
En este documento se habla de la importancia del metro para reforzar el transporte masivo de Bogotá. Se dice en el Conpes que hay tres proyectos fundamentales para mejorar la movilidad: la Primera Línea de Metro para Bogotá; el TransMilenio hacia Soacha fases II y III; y el Regiotram de Occidente.
En este Conpes también se delineó el costo del metro que según el documento ascendía a 12.9 billones de pesos, incluyendo las troncales alimentadoras.
Y finalmente se llegó al Conpes 3900, el que se oficializó ayer por parte de la Nación, para buscar que el metro comience a operar en el 2024.