Parqueaderos de El Campín, un limbo jurídico que completa más de 23 años
Se estima que la ciudad ha perdido cerca de $12.000 millones.
Cada fin de semana los alrededores del estadio El Campín se llenan de carros por parte de hinchas que llegan al lugar para disfrutar de un partido de fútbol. Los predios aledaños a la edificación sirven como parqueaderos y son de propiedad del Distrito. Sin embargo, una persona se estaría lucrando de este espacio desde hace 23 años, a pesar de no tener un contrato.
Así lo denunció recientemente el concejal Julio César Acosta, quien asegura que por estos hechos la administración ha perdido cerca de 12.000 millones de pesos.
"Ni la alcaldía local de Teusaquillo ni el Consejo de Justicia de Bogotá han podido ejercer una acción contundente para recuperar los predios. Parece una novela, una historia de ficción. ¿Cómo un hombre que ni siquiera era el contratista, sigue usufructuando los bienes públicos sin que pase absolutamente nada?”, comentó Acosta.
El caso inició en 1992, cuando el Distrito suscribió un contrato con Miguel Moreno Ramos para el uso de los parqueaderos. Sin embargo, dos años después, en 1994 el contrato se canceló por incumplimiento de una de las partes.
Pese a esto, comenta el cabildente, un año después Moreno cedió la tenencia del inmueble a Bruno Felipe Acero Salamanca a pesar de que el contrato ya estaba caducado. Desde entonces, esta persona se habría lucrado cobrando el servicio de parqueadero a los visitantes a El Campín.
El IDRD ha realizado diferentes actos con el fin de recuperar los lotes, pero por medio de tutelas y otros recursos interpuestos por Moreno y Acero, a la fecha no ha sido posible.
El proceso ha pasado por entidades como la Alcaldía de Teusaquillo, de Mártires, el Consejo de Justicia e incluso el Consejo de Estado, que falló a favor del Idrd luego de trece años de estudiar el caso.
El arriendo del parqueadero en 1992 fue firmado por 30 millones de pesos. "Si nos acogemos al monto inicial del contrato, uno diría que son 690 millones, pero como el costo de vida sube cada año y, de la mano, el canon de arrendamiento, ya iríamos en una suma cercana a los 12 mil millones de pesos”, mencionó Acosta.