Alerta roja hospitalaria en Antioquia se extendió hasta el 31 de enero

La alta ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que se mantiene por encima del 85%, obligó a extender por cuarta vez la alerta roja hospitalaria en Antioquia. La última fue decretada el pasado 22 de diciembre, misma que se extendió hasta este 13 de enero.

El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, confirmó que el momento crítico que tiene el departamento por los contagios de coronavirus, obligó a extender la alerta roja. 

Entre tanto, las autoridades se reunirán nuevamente en esa fecha para determinar si la alerta se baja a naranja o si se sostiene la medida.

Entre los municipios de Antioquia con más ocupación de camas UCI está Rionegro con 98.10%, Medellín con el 90.13% y Bello con el 88.52%.

Lea también: Pico y cédula, toque de queda y ley seca seguirán en Cali hasta el 18 de enero

Por otra parte, Gaviria Correa dijo que el departamento inició la pandemia con 480 camas UCI y "hoy tenemos 1.254, gracias a alianzas público-privadas". 

“Fortalecimos el sistema pero las UCI también tienen un techo limitado por la capacidad del recurso humano. Hoy se necesita extender la alerta roja hospitalaria”, dijo. 

Ocupación UCI en Medellín 

La ocupación UCI de Medellín para atender a pacientes contagiados de coronavirus y con otras patologías, alcanzó el 90%. Según la Alcaldía, es la primera vez que la red hospitalaria de la ciudad llegó a ese nivel.

El alcalde, Daniel Quintero, aseguró que para descongestionar las UCI, están tratando de habilitar esas camas que permanecen bloqueadas por la falta de personal médico. 

Sin embargo, esta semana habilitarían las primeras 28 camas ubicadas en la Clínica León XIII. Adicionales a otras 40, que se sumarán a la red hospitalaria por primera vez para la atención de pacientes críticos.

Le puede interesar: Procuraduría advierte que no hay claridad sobre vacunación para comunidades étnicas

El mandatario afirmó que la mayoría de los contagiados de los últimos días son personas mayores de 60 años, muchas de ellas con comorbilidades, lo que hace que se complique su estado de salud y requieran ser hospitalizados en UCI.

Por ahora, la capacidad instalada de la ciudad será de 900 camas UCI activas. Hay ventiladores, pero la dificultad radica en que el personal de la salud está agotado después de diez meses de pandemia.