Cura en Bolívar es señalado de agredir e insultar a una feligrés
El cura habría insultó y golpeado con una botella a una mujer.
Los habitantes de Cantagallo, en el sur de Bolívar, han preferido en su gran mayoría no ir a misa. No porque no quieran escuchar la palabra de Dios, sino porque temen ser insultados o agredidos físicamente por el párroco del templo.
El padre Luis Ávila Tapia se ha convertido en todo un dolor de cabeza para los católicos de este municipio, debido a su fuerte temperamento y una de las afectadas por el comportamiento del religioso fue Marly Luz Ramos.
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Esta ciudadana manifiesta que al fallecer un habitante en el municipio, es habitual poner a sonar las campanas de la Iglesia y que para que esto suceda se debe tener la autorización del párroco, quien no aparecía "por ningún lado" y cuando finalmente llegó a la Curia, éste la insultó por que le realizó la observación por su larga ausencia.
"Él me dijo que quien era yo para estarle diciendo que esto o aquello. Yo le dije que esa no era la forma de contestarme y le expresé que es por eso que nadie quiere ir a misa y él me grito, me dijo pe%&, bruja. Yo me quedé sorprendida", dijo Ramos.
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Manifestó además que no contento con los insultos, el Padre Ávila le lanzó una botella que tenía en la mano.
"Yo me le enfrenté. Le dije: aquí estoy Padre, pégueme. Me iba a dar una chaquetada. Él traía en una de sus manos una bolsa de plástico con una botella adentro y me la lanzó, golpeándome", aseveró.
Ante esta situación, Monseñor Ariel Lascarro, obispo de Diócesis de Magangué, indicó que están investigando el caso. "Me enteré por lo que ha salido en los medios. Estamos investigando que tan cierto es lo que se está diciendo", dijo el religioso.
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Con respecto a que desde la Alcaldía de Cantagallo remitieron un oficio a la Diócesis solicitiando el traslado del Padre Ávila, Monseñor Lascarro afirmó que "no he recibido ninguna información. Le he pedido a la alcaldesa que me la haga llegar para ver que es lo que esta dice".
La afectada por la agresión denunció el hecho ante la Inspección de Policía Municipal, en donde también reposan 3 denuncias contra el párroco: abuso de confianza, injuria, lesiones personales y violencia de género.