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Imágenes: la rumba salida de control de un paisa que hizo convocatoria por internet

Se trata de Juan Luis, un paisa que decidió hacer una cena multicultural ya que sus papás se iban de viaje.

Publicado:
Actualizado:
Miércoles, Octubre 7, 2020 - 10:13
Fiesta de Juan Luis con extranjeros
Tomada del Twitter de @juanluisvl

Toda una aventura vivió un antioqueño cuando decidió hacer una fiesta de fin de año con varios extranjeros y sin permiso de sus padres en su casa.  

Se trata de Juan Luis, un médico que decidió contar su historia a través de las redes sociales y se ha vuelto viral con miles de interacciones. 

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Este paisa invitó a 50 desconocidos a su apartamento un 31 de diciembre, para celebrar el fin de año, todo porque sus padres se iban de viaje para la fecha y porque esperaba tener varios contactos para cuando “fuera a mochilear por el mundo”.  

La historia ocurrió para diciembre del 2015, sin embargo, hasta ahora fue compartida a través de un hilo en Twitter, donde explicó que, para esa fecha, había llegado a su casa desde Bogotá y sus papás pasaban esa fecha en Tolima, por lo que no quería viajar. 

“Se me ocurrió hacer un pequeño ágape en mi hogar, pero todos mis amigos, tan paisas como la arepa, pasarían año nuevo en sus fincas. Buscando alternativas, descubrí que en el foro de la página de CouchSurfing (una red social de mochileros que buscan alojamiento solidario a cambio del intercambio cultural desinteresado) muchos extranjeros buscaban también plan para el 31”, explicó Juan Luis.  

En ese momento se le ocurrió hacer una cena multicultural gastronómica, “un plan perfecto” según cuenta, ya que sus papás no iban a estar.  

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“Sin dudarlo cree el evento en el foro, límite de 15 personas. La propuesta era una cena casual donde cada uno trajera algo propio de su país para compartir. La idea pegó demasiado y me empezaron a escribir más personas para preguntar si podían asistir. La lista iba como en 40 y todo marchaba a la perfección, prometía ser una gran noche”, agregó el antioqueño. 

Sin embargo, todo se complicó cuando llegó el 29 de diciembre y tras presentarse varios derrumbes en la vía hacia el Tolima, los padres de Juan Luis decidieron no viajar.  

“Me tuve que llenar de valor y confesar mi plan, a la patrona le iba dando el síncope. ‘Me vas a llenar la casa de marihuaneros que no se bañan. Nos van a robar los riñones’. Tuve que usar retórica avanzada para convencer a mis padres. Tenía más reversa un avión que mi evento”, contó Juan Luis en otro trino. 

“Fue así como se llegó la noche del año viejo. Tensión en la casa estudio. La cena empezaba a las 7 p.m. y obvio a esa hora llegaron unos ingleses y unos alemanes, porque pues ingleses y alemanes llegaban con cerveza, con comida y obviamente con más invitados”, agregó el joven. 

La casa comenzó a llenarse de mucha gente y los papás de Juan Luis estaban prevenidos, pero la familia tenía las reglas claras y las escribieron en una cartelera a la entrada de la casa.  

Fiesta de Juan Luis
Tomada del Twitter de @juanluisvl

También habilitaron otro espacio con un mapa, para que la gente que fuera llegando, marcara su país natal.  

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Con el pasar de las horas, los padres se fueron tranquilizando e hicieron vida social en ‘espanglish’. “Evidentemente la fiesta se salió de control. Perdí a mi madre a manos de unos españoles con los que se puso a cantar: ‘para hacer bien el amor hay que ir al sur’. Todo el mundo estaba feliz y muy agradecido por haber abierto mi hogar para algo así”, aseguró el antioqueño. 

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“A las 12 hicimos el conteo regresivo en inglés, español, francés, alemán y hasta en hindi, fue una noche memorable. Finalmente, no nos dio para salir a rumbear, pero no hubo necesidad. Quizás el ambiente familiar y de amistad que se gestó no lo había tenido jamás en un año nuevo”, afirmó Juan Luis. 

Agregó que, de la fiesta le quedó mucha comida, licor y amigos regados. “De hecho en Berlín unos me alojaron, lo mismo en Múnich y en Ámsterdam. Pero lo más importante: La gente es buena. Todos queremos compartir, dar lo bonito de lo que somos y abrirnos a otras culturas sin prejuicios, entender lo bacano de la pluralidad y que las fronteras y el nacionalismo son pendejadas que no se deben tomar en serio”. 

Por último, Juan Luis aseguró que en su casa nada se perdió, nada se rompió, aunque sobre la 1 de la madrugada una persona prendió un cigarrillo de marihuana en el balcón, pero no pasó a mayores. 

Fuente:
Sistema Integrado Digital