Papa Francisco recuerda que las misas no se pagan
"¿Padre, cuánto tengo que pagar para que se diga mi nombre? Nada. ¿Entendido? Nada. La misa no se paga" dijo el sumo pontífice.
El papa Francisco insistió en que nadie puede pedir dinero por oficiar una misa y que si se quiere se puede dar un donativo pero que son "gratuitas", durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano.
Al referirse en su catequesis a las intenciones de oración que se pronuncian durante las misas, como en el caso de los difuntos, Francisco remarcó que "la misa no se paga".
"¿Padre, cuánto tengo que pagar para que se diga mi nombre? Nada. ¿Entendido? Nada. La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo que es gratuito", dijo.
Y añadió que los fieles pueden contribuir si quieren con un donativo, pero que "nunca se paga".
Francisco dedicó la catequesis a las varias fórmulas de plegaria eucarística y pidió que "el Señor nos conceda hacer de nuestra vida una eucaristía, que sea acción de gracias, don de amor y de comunión".
Afirmó que "la Iglesia católica ha querido que las oraciones se hiciesen en el idioma que la gente entienda, para poder así unirse a la oración del sacerdote".
También explicó que Jesús fue clarísimo cuando dijo "este es mi cuerpo y mi sangre" y por tanto durante la eucaristía "no se debe pensar cosas extrañas. Es la fe".
A su vez el papa Francisco afirmó que los Juegos Olímpicos de PyeongChang han demostrado que el deporte puede construir puentes entre países en conflicto, así como ser una escuela de inclusión al recordar que en dos días comenzarán los Juegos Paralímpicos.
Al final de la audiencia general de cada miércoles, Francisco recordó que dentro de dos días comenzarán los Juegos Paralímpicos de PyeongChang, en Corea del Sur, donde se celebraron los Juegos Olímpicos que han mostrado "que el deporte puede tender puentes entre países en conflicto y dar una válida contribución a las perspectivas de paz entre los pueblos".
Francisco se refería así a la participación conjunta de las dos Coreas bajo una misma bandera.
También señaló que los Juegos Paralímpicos certifican que "a través del deporte se pueden superar las discapacidades".
"Los atletas paralímpicos son para todos un ejemplo de valor, de constancia, de tenacidad y de no dejarse derrotar por los límites y así el deporte aparece como una gran escuela de inclusión, pero también de inspiración y de compromiso para transformar la sociedad", agregó.
El pontífice concluyó su mensaje deseando que este evento pueda favorecer días de paz y de alegría para todos.
Con información de EFE