Precandidato a Alcaldía de Medellín amenazó a concejal a través de WhatsApp
"Me encanta destruirte a ti y a tu familia porque son corruptos”, le dice Santiago Jaramillo a Bernardo Alejandro Guerra.
En un grupo de WhatsApp donde están los 21 ediles de Medellín, el concejal y actual precandidato a la Alcaldía, Santiago Jaramillo Botero, a través de varios audios, amenazó e insultó al concejal Bernardo Alejandro Guerra.
En los audios, que circulan en redes sociales, Jaramillo Botero expresó: “Doctor Berni, te saluda Santiago Jaramillo, de frente. Eres un gran... un gran…”. Entre risas, dijo: “Dios lo bendiga, me encanta destruirte a ti y a tu familia porque son corruptos”.
Entre tanto, en el mensaje se escucha cuando en repetidas ocasiones le gritó "tonto” y, en un tono ofuscado, finalizó con una amenaza: “Desde que exista te voy a matar con esa tontería, tonto”.
Al respecto, el concejal Bernardo Alejandro Guerra rechazó las amenazas en su contra y reiteró que no es la primera vez que el edil lo ataca de esta manera.
Insistió que es necesario que la justicia actúe, pues dijo que una persona con este tipo de acciones no puede aspirar a ser alcalde de la ciudad. Dijo que “en cualquier momento puede tomar un arma, entrar al Concejo y disparar indiscriminadamente”.
"La amenaza directa se formuló en el audio que fue enviado al Whatsapp institucional del Concejo, que se usa para comunicar horarios y cambios de las sesiones del Concejo de Medellín. Es clara la amenaza para atentar contra mi integridad física. En cualquier momento puede tomar un arma y disparar indiscriminadamente, ya lo he manifestado en la Corporación", insistió.
El vicepresidente primero del Concejo, Ricardo León Yepes, en el mismo grupo pidió respeto por los demás compañeros, al tiempo que solicitó eliminar a Santiago Jaramillo Botero. Dijo que hará una reunión con los abogados de la Corporación para hacerle un proceso disciplinario.
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No es la primera vez que el concejal Santiago Jaramillo Botero se ve involucrado en un escándalo; la última vez, la Procuraduría lo suspendió por siete meses del cargo por pegarle una cachetada a un periodista de la ciudad.