Santos acepta a Uruguay como mediador para solucionar crisis fronteriza
La reunión entre Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos sería en Montevideo, siempre y cuando el presidente venezolano cumpla con las condiciones que solicitó Santos.
Al término de un Consejo de Ministros convocado por el presidente Juan Manuel Santos en la casa de Nariño, el primer mandatario habló de la reunión que se daría con su homólogo, Nicolás Maduro, para superar la emergencia diplomática y humanitaria que se generó por el cierre de la frontera que decretó el mandatario del país vecino.
Santos insistió en que está dispuesto a reunirse con Maduro en cualquier momento, siempre y cuando cumpla con las tres condiciones de las que habló Santos hace algunos días: "un corredor humanitario, el respeto por los protocolos referidos a la deportación y permitir el ingreso de camiones que recuperen las pertenencias de los colombianos".
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La mediación para afrontar la crisis la asumió Uruguay. “La semana pasada recibí una llamada telefónica del presidente del Uruguay, Tabaré Vásquez, quien ofreció sus buenos oficios para facilitar el diálogo con Venezuela", afirmó Santos.
"Acepté su ofrecimiento y le comuniqué que estaba dispuesto a que esta reunión fuera inclusive en Montevideo, previo cumplimiento de las condiciones humanitarias mínimas que establecimos, las cuales se han venido cumpliendo”, confesó el primer mandatario.
Entregó, además, las últimas cifras registradas sobre la situación en la frontera reportadas por la Unidad de Gestión del Riesgo. Aseguró que desde el 5 de septiembre no se han seguido deportando a colombianos.
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“Hay 13.962 personas retornadas, dentro de ellas 1.443deportados. Ya han salido 1.279 de los albergues, y nuestra prioridad es que salga la mayor cantidad de personas a la mayor brevedad de tiempo posible. Se movilizaron más de 1.150 niños a través de los puentes Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar”, anunció Santos.
Santos dijo estar dispuesto a seguir usando la diplomacia para lograr el diálogo bilateral, siempre que sea serio y constructivo. “Y que implique una agenda bilateral para luchar contra el contrabando y el delito. Estoy listo para el diálogo pero eso sí, que nunca más se vuelvan a violar los derechos humanos de nuestros compatriotas”, concluyó.
