Toma de Miraflores: 25 horas de combate con las Farc; secuestraron 129 uniformados
Los hechos sucedieron el 3 de agosto de 1998 cuando los insurgentes tomaron una base de la Policía en el municipio de Miraflores.
Hacia finales de los años 90 Colombia vivió un momento bastante fuerte en la lucha contra los grupos guerrilleros. En ese entonces, guerrillas como las FARC protagonizaron una serie de tomas que involucraron tanto a civiles como a la fuerza pública del país.
Una de ellas fue la Toma de Miraflores que se produjo el 3 de agosto de 1998. En ella, mil miembros de la guerrilla incursionaron en una base de la Policía establecida en el departamento de Guaviare, allí secuestraron a 129 uniformados del Ejército y la Policía Nacional.
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Gracias a labores de inteligencia, la guerrilla sabía de los túneles, armamento y trincheras que había en la unidad militar, además de la ubicación de los soldados. Quince días antes de la toma habían movilizado sus tropas rumbo al municipio de Miraflores (Guaviare).
Su objetivo era tomar la Base Antinarcóticos de la Policía Nacional en el municipio. Un grupo de 200 militantes del Bloque Oriental de las FARC lograron pasar el río Vaupés sin ser detectados para luego comenzar su ofensiva la noche de ese lunes 3 de agosto.
Sobre las siete de la noche se originó el primer ataque, en el que destruyeron la antena de radio que tenía la base militar, lo que dejó a los uniformados incomunicados y sin la posibilidad de pedir refuerzos. Posteriormente, tomaron de rehenes a los soldados que resguardaban la base, ellos se encontraban prestando su servicio militar y por ese entonces tenían entre 18 y 19 años.
Una hora después, la guerrilla había rodeado el municipio de Miraflores; además, destruyeron el 50% de la estación de Policía y se tomaron una base de la Armada Nacional. A las diez de la noche el ataque ya tenía forma, pues los insurgentes lograron derribar un muro para tomarse la Base Antinarcóticos.
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De acuerdo al Centro Nacional de Memoria Histórica, esta toma tuvo el mayor número de uniformados secuestrados; ya que 73 militares y 56 policías fueron retenidos por los insurgentes. Se calcula además que 35 personas fueron asesinadas en este hecho, algunas de las víctimas eran civiles.
¿Qué sucedió después?
El 4 de julio de 2018, casi veinte años después de la toma, la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) abrió el caso 001, el cual ha reconocido a 21.396 víctimas de secuestro por parte de los excombatientes de la extinta FARC. Este caso también cobija a las familias de estas víctimas.
Con ello, los uniformados esperan que se haga justicia y que haya una reparación por lo sucedido. Por otra parte, para las víctimas no ha sido fácil dejar de lado las secuelas que dejó el secuestro para llevar una vida tranquila.