Conozca cómo desarrollar estrategias efectivas para ser competitivo en el mercado
Llevar las estrategias a la acción implica ejecutar los planes tácticos y poner en marcha las iniciativas estratégicas.
Según el informe del Índice Global de Complejidad Empresarial, aspectos como la inestabilidad política, inflación y desaceleración son los mayormente relacionados con el riesgo que puede traer el hacer negocios en los países.
En un mercado altamente competitivo como el colombiano, es de vital importancia que las empresas cuenten con una estrategia empresarial sólida para diferenciarse y alcanzar el éxito.
Esto sería una realidad si las compañías van de la mano de estrategia bien desarrolladas que también puedan generar un impacto positivo en el entorno, por ejemplo, a través de prácticas sostenibles, responsabilidad social corporativa e innovación, contribuyendo así al crecimiento económico y social de la comunidad.
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Por eso, Enconcreto, empresa enfocada en la estrategia de diferentes multinacionales, establece los pasos fundamentales para lograr una ejecución efectiva evaluando los resultados de las estrategias, realizando ajustes y mejoras continuas en el proceso según las necesidades de cada compañía:
1. Análisis exhaustivo del entorno en el que opera la empresa: analizar factores externos como la competencia, las tendencias del mercado, los cambios tecnológicos, las regulaciones gubernamentales, las oportunidades y amenazas que surgen, proporciona información valiosa para identificar posibilidades que la empresa puede aprovechar y amenazas a las que debe hacer frente.
2. Definir la aspiración y el propósito de la empresa: la aspiración representa la declaración del futuro deseado de la organización, mientras que el propósito define su razón de ser. Estas declaraciones brindan una dirección clara y establecen los valores fundamentales de la organización. Una vez afianzados la aspiración y el propósito, se deben establecer objetivos claros y medibles a largo plazo. Estos objetivos deben ser específicos, alcanzables, relevantes y con un plazo de tiempo determinado. Pueden abarcar áreas como el crecimiento de ventas, la expansión geográfica, la rentabilidad o la satisfacción del cliente.
3. El análisis interno: evaluar los recursos internos de la empresa, a la par de fortalezas y debilidades. Esto incluye analizar la estructura, procesos operativos, las capacidades del personal, la cultura corporativa y los activos tangibles como la tecnología y las instalaciones. Este análisis ayuda a identificar áreas en las que la empresa se destaca y áreas que requieren mejoras. Con base en el análisis del entorno y de los recursos internos, se deben desarrollar estrategias que permitan alcanzar los objetivos establecidos. Estas estrategias pueden incluir el ingreso a nuevos mercados, el desarrollo de nuevos productos o servicios, la adquisición de competidores, la optimización de procesos internos, entre otros enfoques.
De la mano de la experiencia, Maria Teresa Calderón, CEO y Fundadora de Enconcreto, resalta que: “al comprender estos elementos, la empresa puede identificar oportunidades de crecimiento, cambios en la demanda del mercado y posibles amenazas. Además, al considerar su posicionamiento diferencial, la empresa puede destacarse de la competencia y crear un valor único para los clientes, lo que contribuye a su ventaja competitiva y rentabilidad a largo plazo”.
Llevar las estrategias a la acción implica ejecutar los planes tácticos y poner en marcha las iniciativas estratégicas. Una comunicación clara y una gestión adecuada del cambio son fundamentales para garantizar que todos los miembros de la organización estén alineados y comprometidos con la estrategia.