El Banco de la República está en el dilema sobre si es necesario continuar con la senda inmediata de más rebajas en las tasas de interés. Así lo evidencias la minutas sobre la pasada reunión del Emisor, en la que decidió rebajar en 25 puntos básicos este indicador hasta dejarlo en el 7%.
Durante esta reunión, se presentaron 3 posturas en torno a las tasas: una mayoritaria y que abogó por la rebaja de un cuarto de punto en este indicador, pero mostró su preocupación por la continuidad inmediata de seguir bajándolas.
Según argumentó este grupo de codirectores, "se han elevado simultáneamente los riesgos de desaceleración excesiva y de persistencia en la inflación, aumentando la incertidumbre sobre el paso al que se deben realizar reducciones adicionales de las tasas de interés".
Indicaron que "las expectativas de inflación retomaron su tendencia descendente; los datos recientes de actividad económica continúan evidenciando una desaceleración en términos del crecimiento; el crédito, en particular la cartera comercial, crece a tasas bajas; y la postura actual de la tasa de interés continúa en terreno contraccionista".
Entre tanto, uno de los miembros de la junta, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó que es necesario que el banco decida una rebaja más agresiva (de 50 puntos básicos) en las tasas de interés, ya que "para hacerlo que ante la baja dinámica de la economía es conveniente que la reducción de tasas de interés se haga de manera temprana para tener un efecto oportuno en la actividad económica. Considera así mismo que los riesgos de inflación se han reducido considerablemente en los meses recientes, por lo que cree que en el balance de riesgos debe primar el de impedir una desaceleración excesiva".
Por último, un codirector del Emisor dijo que lo prudente era dejar estables. Su argumento se basa en el incremento de la persistencia inflacionaria que parece estar presentándose en la economía colombiana".
Señaló que este factor, "sumado a los choques de oferta recibidos en los últimos años, indica la conveniencia de mantener una política monetaria más contractiva para garantizar la convergencia temprana de la inflación a su meta, evitando así deterioros de la credibilidad que hagan más costoso este proceso en el futuro".
Dijo además que el impacto de aumentos en el IVA es aún incierto y deberá evaluarse con especial cuidado durante los próximos meses.