Los alimentos se ponen más caros por el fenómeno de El Niño

En medio de la coyuntura actual que enfrenta el país, debido al fenómeno de El Niño, se pueden observar  los efectos para la economía colombiana.

Desde la central mayorista de Corabastos indican que los agricultores han sido afectados por este fenómeno, registrando múltiples pérdidas en sus cosechas. Esta situación genera un aumento en el precio de los alimentos de la canasta familiar. 

Luis Hernando Ríos, coordinador de precios de Corabastos, explicó que cuando el fenómeno de El Niño es muy agresivo, los agricultores se ven afectados ya que “hay unos municipios que no está lloviendo una gota de agua, esto afecta la calidad de las frutas como la mandarina, la naranja y el limón, que llegan deshidratadas a las centrales de abastos".

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Además, el clima extremo acelera los procesos de recolección por parte de los agricultores, ya que no pueden esperar a que el clima siga deteriorando la calidad de los frutos. Esto lleva a una inestabilidad en los mercados mayoristas, ya que el producto que llega deshidratado tiene un precio bajo y el que llega de primera calidad tiene un precio más alto.

Los productos que se ven afectados por el clima son prácticamente todos los perecederos. Si no llueve, la agricultura en la sabana de Bogotá merma considerablemente. “Productos como el brócoli, cilantro, acelga,  si no llueve obviamente la calidad de estos productos empiezan a disminuir”, dijo Ríos.

Un ejemplo de esto es el cilantro, que ha llegado en menor cantidad a las centrales de abastos debido a las heladas que cayeron en enero y febrero. Esto ha llevado a que un atado de cilantro llegue a costar $120.000 una tabla de 10 kilos, cuando normalmente fluctúa entre $40.000 y $50.000.

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Frente a esta situación, Ríos recomienda a las amas de casa tener en cuenta productos sustitutos para poder reflejar un poco la situación que se está viendo en cuanto a la calidad de los productos que están llegando a las bajas del mercado.

Finalmente, Ríos resaltó que cuando el clima es muy fuerte, ya sea verano o invierno, se retrasan las cosechas en unas y en otras se adelantan. “Las que se adelantan es porque los agricultores ven que está muy fuerte, entonces aceleran procesos de recolección”, apuntó.