Asociaciones en Japón alertan de aumento de cirugías estéticas en plena pandemia
Esta situación representa una amenaza a la contención de los contagios.
Asociaciones de cirugía y medicina estética de Japón han mostrado preocupación por un aumento de las solicitudes de operaciones plásticas en plena pandemia, que podrían afectar a la contención de los contagios y a la seguridad del personal.
El presidente de la Asociación de Cirugía Plástica Estética de Japón (JSAPS por sus siglas en inglés), Hiroyuki Ojimi, pidió recientemente "evitar las cirugías en este momento", argumentando que "los profesionales de la salud deberían trabajar para asegurar los recursos médicos y prevenir la propagación del coronavirus".
Tanto la JSAPS como la Asociación de Medicina Estética de Japón han compartido un mensaje a través de sus portales de internet en el que señalan que estos tratamientos "no son esenciales" y piden contención en plena lucha contra la pandemia en el país, sin que se hayan detectado signos de debilitamiento de la demanda.
Una de las razones es, aparentemente, que el uso generalizado de las mascarillas sanitarias para evitar contagios, resulta también útil para ocultar los signos de una inflamación postquirúrgica.
"Hay muchas personas que quieren someterse a cirugía ocular o a estiramientos faciales", manifestó una enfermera de 23 años que trabaja en una de estas clínicas en declaraciones publicadas este martes por la agencia japonesa de noticias Kyodo. "Algunos padres e hijos vienen juntos para someterse a cirugías de doble párpado", precisó.
La clínica tiende a recibir más solicitudes a finales de enero, cuando las universidades niponas se toman un descanso de dos meses, pero este año han tenido más reservas de los habitual, dijo.
El centro donde trabaja también se está viendo afectado por la escasez de material sanitario debido a la pandemia y relató cómo ha pasado de usar unas diez gasas por cirugía a entre dos y cinco, llegando a cortarlas por la mitad para economizar suministros.
Otra enfermera de 29 años relató al medio nipón que dejó su trabajo a finales de abril en una importante clínica de Tokio por la ansiedad ante posibles infecciones y la desconfianza por la gestión.
La exempleada aseguró que, aunque en su web el centro dice contar con las medidas higiénicas necesarias, carecen de desinfectantes y las instalaciones no se han esterilizando correctamente. Agregó que incluso cerraron tras detectar un caso de coronavirus entre el personal, pero reabrieron unos días después sin notificarlo.
"Me daba vergüenza trabajar en un sitio que podría estar propagando el virus. Deberían evitar temporalmente que la gente vaya", declaró.