Atleta olímpica bielorrusa recibió visa humanitaria de Polonia tras controversia
La deportista fue obligada a retornar a su país luego de hacer críticas al Comité Olímpico de su país.
Polonia otorgó un visado humanitario a Kristina Tsimanuskaya, la atleta olímpica bielorrusa que dijo que su equipo la intentó obligar a dejar Japón, según afirmó el lunes el viceministro polaco de Asuntos Exteriores.
Tsimanuskaya "está ya en contacto directo con diplomáticos polacos en Tokio. Recibió un visado humanitario. Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva", escribió en Twitter Marcin Przydacz.
Przydacz afirmó que Tsimanuskaya contactó a Polonia para que la ayude ante su "muy difícil" situación y que estaba "segura en territorio de nuestra embajada" en Tokio, informó el canal de noticias TVN24.
"Polonia ofrece apoyo a los ciudadanos bielorrusos que por razones políticas quieren partir de Bielorrusia o no quieren volver a Bieorrusia", señaló. Responsables del ministerio de Relaciones Exteriores citados por la prensa polaca indicaron que esperan que la atleta viaje a Varsovia esta semana.
El domingo por la noche, Tsimanouskaya denunció que había sido obligada a retirarse de los Juegos Olímpicos por su seleccionador Yuri Moiseyevitch y que posteriormente responsables del Comité Olímpico Bielorruso le habían acompañado al aeropuerto para ser devuelta a su país.
Unos días antes, la deportista criticó duramente a la Federación de Atletismo de su país por obligarla a participar en el relevo de 4x400 metros, cuando inicialmente debía correr las pruebas de 100 y 200 metros, debido, según ella, a que otros dos velocistas bielorrusos no hicieron suficientes controles antidopaje.
En una entrevista al medio digital by.tribuna.com, Tsimanouskaya aseguró tener "miedo" de ser encarcelada si regresaba a Bielorrusia y pidió la intervención del COI.
Este incidente se produce en momentos en los que el régimen del presidente bielorruso Alexander Lukashenko reprime a los opositores, periodistas y militantes para tratar de detener el movimiento de contestación originado en 2020 contra su reelección a un quinto mandato.