Australia ayudó a desencadenar la investigación sobre Rusia en EE. UU.
Trump ha negado en repetidas ocasiones que haya habido colusión entre su campaña y Rusia.
Una información que Australia compartió ayudó a que el FBI abriera una investigación sobre los intentos de Rusia por entrometerse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del año pasado y la posible colusión con el equipo de campaña de Donald Trump, informó The New York Times.
George Papadopoulos, un exasesor de política exterior de la campaña de Trump que se declaró culpable de mentir al FBI, dijo al exministro de Relaciones Exteriores australiano Alexander Downer que Rusia tenía información "sucia" sobre Hillary Clinton, dato que Australia trasmitió a Estados Unidos, su aliado cercano, según el Times.
La conversación entre ambos tuvo lugar en un bar de Londres en mayo de 2016, añadió el diario, después de que Papadopoulos se enterara de que Moscú tenía miles de correos electrónicos que podían comprometer a Clinton, la rival demócrata de Trump.
"Dos meses más tarde, cuando empezaron a aparecer en internet correos electrónicos del Partido Demócrata, funcionarios australianos transmitieron la información sobre Papadopoulos a sus contrapartes estadounidenses", indicó The Times.
El periódico cita a cuatro funcionarios estadounidenses y extranjeros --algunos todavía en ejercicio-- que tuvieron conocimiento directo del papel de Australia.
"Fue información de primera mano de inteligencia de aliados cercanos" lo que alarmó al FBI y motivó que empezara la investigación, dijo el diario.
La investigación fue también alentada por agencias de inteligencia de otros aliados, incluidas las de los gobiernos de Reino Unido y Holanda, sostuvo The Times.
El reporte agrega que se desconoce si Downer trató de lograr información durante su reunión con Papadopoulos, que se propició por una serie de conexiones a través de un diplomático israelí.
Tampoco se sabe por qué el gobierno de Autralia esperó dos meses para transmitir la información al FBI, dijo The Times.
Trump despidió en mayo al jefe del FBI James Comey, que llevaba la investigación. El caso ruso pasó a manos del fiscal especial Robert Mueller.
Con información de AFP