Bolsonaro asegura que sufre de persecución de sus ideas y que no se callará
El líder ultraderechista criticó lo que llamó "abusos", "violaciones de derechos" y "ataques concretos" al Gobierno.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró que no permanecerá callado ante lo que considera "persecución de sus ideas" luego de que la Justicia ordenara una serie de medidas contra seguidores, allegados y aliados del líder ultraderechista acusados de promover actos antidemocráticos.
"Lucho para hacer mi parte pero no puedo asistir callado mientras que derechos son violados e ideas son perseguidas", afirmó el jefe de Estado en una serie de mensajes que publicó en su cuenta en Twitter en la madrugada de este miércoles.
Por eso, agregó "adoptaré las medidas legales posibles para proteger la Constitución y la libertad de los brasileños".
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El mandatario no mencionó explícitamente las recientes operaciones policiales contra sus seguidores y aliados pero su reacción se produjo tras la detención de seis militantes "bolsonaristas" y los allanamientos a cinco de sus allegados.
El lunes la Policía Federal arrestó a seis militantes de un grupo radical acusados de haber liderado manifestaciones en las que son defendidas ideas antidemocráticas como el cierre del Congreso y la Corte Suprema y una "intervención militar" que permita al líder ultraderechista gobernar sin amarras.
- Queremos, acima de tudo, preservar a nossa democracia. E fingir naturalidade diante de tudo que está acontecendo só contribuiria para a sua completa destruição. Nada é mais autoritário do que atentar contra a liberdade de seu próprio povo.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) June 17, 2020
El martes fueron allanados 21 inmuebles de allegados de Bolsonaro acusados de haber financiado los grupos radicales que promueven los actos antidemocráticos. Igualmente la Corte Suprema autorizó el levantamiento del secreto bancario de once parlamentarios fieles al mandatario acusados de financiar y promover tales manifestaciones.
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Las medidas afectaron a parlamentarios y dirigentes del Partido Social Liberal (PSL), la formación a la que pertenecía Bolsonaro cuando fue elegido presidente en octubre de 2018, y a la Alianza por Brasil, el partido aún no registrado oficialmente y en el que el presidente quiere agrupar a todos sus partidarios y seguidores.
Todas las medidas fueron solicitadas por el Fiscal General de la República, Augusto Aras, y ordenadas por el magistrado Alexandre de Moraes, miembro del Supremo Tribunal Federal, en el marco de una investigación por posibles crímenes contra la Ley de Seguridad Nacional por "actos contra el régimen democrático de varios ciudadanos, incluyendo parlamentarios".
En los mensajes que publicó en Twitter, el líder ultraderechista criticó lo que llamó "abusos", "violaciones de derechos" y "ataques concretos" al Gobierno.
"Lo que los adversarios señalan como autoritarismo del Gobierno y de sus seguidores tan sólo es una posición alineada a los valores de nuestro pueblo, que es, en su gran mayoría, conservador. El intento de excluir este pensamiento del debate político es lo que realmente es autoritario", alegó Bolsonaro al quejarse de la supuesta persecución a su ideario político.
"Hace décadas el conservadurismo fue abolido de nuestra política y las personas que se identifican con esos valores vivían bajo gobiernos socialistas que entregaron el país a la violencia y a la corrupción; hirieron nuestra democracia y destruyeron nuestra identidad nacional", agregó.
El mandatario afirmó que "los abusos presenciados por todos" en las últimas semanas fueron recibidos por el Gobierno "con la misma cautela de siempre" y que, desde que asumió su mandato en enero de 2019 ha dado pruebas de que está al lado de la democracia.
El mandatario, cuyo Gobierno tiene un marcado acento militar y es un nostálgico de la última dictadura militar (1964-1985), agregó que su administración nunca ha dado cualquier demostración de aprecio por el autoritarismo.
Alegó igualmente que tras poner fin a un ciclo de gobiernos de partidos de izquierda puso en marcha una serie de medidas en defensa de la libertad y de reformas necesarias para adoptar una economía de mercado y ampliar el derecho de defensa de los ciudadanos.
"Queremos, por encima de todo, preservar nuestra democracia. Y fingir naturalidad ante todo lo que está ocurriendo sólo contribuiría a su completa destrucción. Nada más autoritario que atentar contra la libertad del propio pueblo", afirmó.
En las manifestaciones que originaron la investigación contra los "bolsonaristas", a algunas de las cuales acudió el propio jefe de Estado en Brasilia, los militantes de movimientos radicales defienden mensajes antidemocráticos como el cierre del Congreso y de la Corte Suprema, así como una "intervención militar".
El líder ultraderechista ha criticado tímidamente a los militantes que insisten en llevar letreros y entonar cánticos antidemocráticos dentro de las manifestaciones de sus seguidores y asegura que se trata de minorías.
Los militantes arrestados el lunes pertenecen al grupo que se denomina "300 de Brasil" -pese a no superar la treintena-, que mantuvo durante algunas semanas un campamento frente al Congreso.
El pasado sábado, luego de que la Policía desmontara el campamento, unos 20 militantes llegaron a invadir una de las terrazas del Congreso y dispararon fuegos de artificio contra la sede del Supremo Tribunal Federal.