Bombardeo de Turquía mató a cinco civiles en el norte de Siria
Fuerzas kurdas resisten ante la ofensiva de las tropas de Ankara, las cuales violaron el cese el fuego.
Al menos cinco civiles murieron el viernes en un bombardeo turco en un pueblo cercano a la localidad de Ras al Aín, al norte de Siria, donde las fuerzas kurdas resisten ante la ofensiva de las tropas de Ankara, informó una oenegé.
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"Cinco civiles han muerto en un bombardeo turco sobre el pueblo de Bab al Jeir", informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH). una ONG que tiene una amplia red de información.
Turquía está violando el recién aprobado alto el fuego en el norte de Siria y sigue tomando a civiles como blanco de sus bombardeos y disparos, denunció el viernes Mustafá Ali, un portavoz militar kurdo.
"Pese al acuerdo de alto el fuego, los bombardeos y los disparos continúan y toman como blancos a milicianos, a la población civil y al hospital" del pueblo de Ras al Aín, localidad del norte de Siria escenario de violentos combates en los últimos días.
El viernes por la mañana ya se habían registrado en la región combates esporádicos y una corresponsal de la AFP presente del lado turco de la frontera, oyó disparos de artillería y explosiones, mientras un humo blanco se elevaba en el cielo del lado sirio.
"Hay fuego de artillería esporádico y se escuchan disparos en la ciudad de Ras al Aín", declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Por otro lado, unos 2.300 sirios, en su mayoría mujeres y niños, huyeron de los combates en el noreste de Siria y cruzaron a Irak en los últimos días, informó este viernes la ONU.
Amnistía Internacional denunció este viernes que las fuerzas turcas y los grupos sirios que les apoyan en la ofensiva contra los kurdos del norte de Siria cometieron "crímenes de guerra", entre ellos "ejecuciones sumarias" y crueles ataques contra civiles.
"Las fuerzas militares turcas y grupos armados sirios apoyados por Turquía han mostrado un desprecio vergonzoso por las vidas de los civiles", declaró Amnistía en un comunicado.
Alto el fuego
El jueves por la noche en Ankara, el vicepresidente estadounidense Mike Pence había anunciado que Turquía iba a suspender durante cinco días su ofensiva en Siria, iniciada el 9 de octubre, y a ponerle fin si las fuerzas kurdas se retiraban de un sector fronterizo en este plazo.
Turquía considera "terroristas" a estas fuerzas kurdas sirias, que a su vez tienen relaciones estrechas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que libra una sangrienta guerra de guerrillas contra Ankara. Sin embargo, esta milicia kurda fue aliada de la coalición internacional en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Según el acuerdo de tregua, las fuerzas kurdas deberán retirarse de un sector de 32 kilómetros de ancho, donde Turquía quiere desde hace meses establecer una "zona de seguridad".
Desde el inicio de la ofensiva, las fuerzas turcas y las milicias sirias que las apoyan conquistaron una franja fronteriza de casi 120 km que va desde la ciudad de Tal Abyad hasta el oeste de Ras al Aín.
La operación turca provocó la muerte de 72 civiles, además de 231 combatientes de las FDS, las Fuerzas democráticas sirias, una coalición árabo-kurda, según un balance del OSDH. Del otro lado murieron 187 combatientes pro-turcos, según la misma fuente.
Además, los combates provocaron el desplazamiento de unas 300.000 personas.
Por su lado, Turquía informó de la muerte de seis soldados turcos en Siria, y de 20 civiles, que fallecieron en localidades fronterizas debido a disparos de los combatientes kurdos sirios.