Brasil criminaliza la homofobia
Será permitido a practicantes de todas las religiones manifestar su oposición a las relaciones homosexuales sin incurrir en discriminación.
La corte suprema de Brasil decidió, por 8 votos contra 3, criminalizar la homofobia, un paso importante para las minorías sexuales en uno de los países con más asesinatos de personas LGBT del mundo.
El Supremo Tribunal Federal (STF) equiparó la homofobia al delito de racismo, hasta que el Congreso (actualmente de mayoría conservadora y bajo fuerte influencia de iglesias evangélicas) formule una ley específica para castigar ese tipo de discriminación.
Lea también: Cinco líderes transexuales y los obstáculos que han tenido en la política
"Todo prejuicio es violencia. Toda discriminación es causa de sufrimiento, pero aprendí que algunos prejuicios causan más sufrimientos que otros, porque son heridas que castigan a la persona ya desde su hogar, aparta padres de hijos, hermanos, amigos, por la simple circunstancia de intentar vivir lo que se lleva como esencia y que no cumple con el disfraz socio-político determinante", afirmó la jueza Cármen Luzia al votar a favor.
Las únicas divergencias entre los once Ministros fueron planteadas precisamente por Dias Toffoli y el magistrado Ricardo Lewandowski, quienes coincidieron en que el Supremo no puede, por un mandato constitucional, "legislar" sobre ningún asunto.
Le puede interesar: Día mundial contra la homofobia: En más de 70 países aún hay leyes discriminatorias
Sin embargo, más allá de esos "pruritos legales", como definió Lewandowski su reticencia, ambos sí aceptaron que el Parlamento ha sido "omiso durante tres décadas" frente a la grave violencia y la discriminación que sufren los homosexuales en Brasil.
En la sentencia se aclaró que será permitido a los practicantes de todas las religiones manifestar su oposición a las relaciones homosexuales, siempre y cuando sea "de acuerdo con sus libros y códigos sagrados" y no se incurra en la discriminación, que podrá ser castigada, como el racismo, con hasta cinco años de cárcel.